domingo, 8 de enero de 2017

Cuento de Navidad

Esta entrada la he querido llamar así porque, primero, el título del famoso cuento de Dickens me ha venido al pelo y ,segundo, porque realmente así he sentido estas Navidades al echar la vista atrás después de haber vivido todo...como un cuento; una historia que te evade por unos minutos, horas (y en este caso incluso días) de la realidad cotidiana para ,después de ese tiempo, volverte a depositar donde estabas, como si nada hubiese ocurrido.


Pues bien, empecemos el cuento...y para ello nos tenemos que remontar a una semana antes de la gran vuelta a casa...


Érase una vez el fin de semana del 10 de Diciembre donde mi cabeza ya se situaba más en mi casa, con los míos que en Thames Ditton y en el cual, no pudo faltar la visita (pasada por agua) a Londres, donde algunos de mis amigos au pairs y yo aprovechamos para comprar los regalos de Navidad que, por cierto,  tuve que dejar a una amiga que viajaba a Madrid igual que yo, porque no me cabían en la maleta xD (malditas restricciones de esayjet).

Tras el fin de semana de preparativos, se avecinaba una semana de sonrisa permanente en la cara, nervios por la vuelta y sensación, otra vez, de despedida (al final va a ser verdad lo que dice mi madre -"Te pasas la vida despidiéndote"- cuando me ve quedar con alguien para decirle de nuevo adiós)...la última compra en Waitrose, el último día en el gimnasio, el último paseo mañanero por el Thames...hasta tuve esa sensación al recoger la última caca de Flora xD. Con esas idas y venidas -marcadas siempre con la "apertura de puertas" de Riley en su calendario de Adviento-  llegó el fin de semana del 16 de Diciembre y con él el ansiado día sábado 17 de Diciembre donde, por sorpresa para algunos...concretamente mi hermana que era su cumple, viajaba a Madrid...a mi casa.

La maleta estaba a rebosar -no facturaba, error de un "extrajero aprendiz" garrafal en Navidad y llevaba sólo la maleta de mano...echo que las semanas anteriores me había traído de cabeza cada vez que miraba la maleta y lo pequeña que era...temblaba- y corría el riesgo de que por viajar con Easyjet se pusieran "especialitos" y me dijeran que no pasaba por el ancho...pero en esa mañana a mi me daba igual, llegaría a mi casa con o sin ropa. Desperté bastante tranquilo para lo que me esperaba y la pasé recogiendo mi habitación, cerrando la maleta con herida ,en el dedo, incluida y despidiéndome de mi hostfamily que iban a pasar la mañana fuera - "Have a nice holidays and see you in 2017, and this is for you...", me dieron un jersey de regalo de Navidad y una tarjeta - ¡que majos! - pensé - y les di un beso y un abrazo antes de que partiesen.

A eso de las 12 de la mañana salí de la casa - mi vuelo salía a las 18, pero las ganas de estar en Madrid y los nervios por no perder el avión a causa de una huelga en los Southern Trains, me llevaron a salir a esa hora - pero el destino me pidió ser un poco paciente pues mi vuelo se retrasó dos horas y tuve que esperarlas merodeando por la terminal...café viene, lectura va, conversaciones entre familias inglesas-españolas vienen...hasta que por fin a las 20 horas aproximadamente y con los nervios ya a flor de piel, el avión estaba despegando. El viaje se me pasó increíblemente rápido, imaginándome como sería el reencuentro con mis padres y mi tía que también me esperaba en el aeropuerto, así como la sorpresa a mi hermana que tantos meses habíamos estado guardando.

Al salir del avión, curiosamente lo primero que noté fue un "olor a Madrid", no me preguntéis porqué ni a que huele Madrid, sólo sé que huele exactamente a lo que olí esa vez...la salida del avión hacia la puerta fue a toda prisa y la recuerdo borrosa -quizá de lo rápido que iba xD- y al encontrar de frente a mis padres y mi tía se borró todo lo demás definitivamente, ellos eran mi destino, mi ansiado objetivo de esa noche y esos meses, así que comencé a correr como si no quisiera perder ni un minuto más juntos a ellos y ya sólo me importaba encontrármelos y abrazarles después de tanto tiempo...y así ocurrió, viví el primer momento mágico de los muchos que me quedaban por vivir esas semanas.

Desde ese momento todo supuso una sobrecarga de información ( ya conocida)... el viaje desde el aeropuerto a Torrejón, mi ciudad, fue un recuerdo constante de imágenes, edificios, buses, aceras, luces de Navidad etc...hasta llegar a mi casa donde aún esperaba mi hermana (junto a su novia, mi abuela y dos de mis primas) a alguien que no podía imaginar que  apareciese ese día.. Cuando crucé, primero, el dintel de la puerta principal y después el del salón, aparecí y rompió a llorar, confirmé una vez más lo mucho que la quiero y lo que la había echado de menos (os dejo el vídeo a la izquierda, no apto para sensibles).

Aquella noche a causa del retraso del vuelo, la cena con sabores conocidos, la charla mientras la tomaba y las ganas de estar juntos nos hizo acostarnos a las 2 de la mañana, aún así me costó mi rato quedarme dormido...mi cabeza estaba procesando aún mucha información y no quería que parase. A la mañana siguiente recuerdo despertarme, recordar donde estaba (¡en casa!) y sentir una alegría inmensa y las ganas de disfrutar todo lo que me quedaba por delante, así que lo mejor que podía hacer era levantarme y disfrutar de todo aquello...así que eso hice...desayuné con mi leche semidesnatada de toda la vida y un "suizo de Reyes" -un bollo con la masa del Roscón y la forma del suizo- que mi madre había inventado días antes. Después degusté un buen cocido (¡que ganas tenía ya!) con parte de mi familia con motivo del cumple de mi hermana y disfrutamos la sobremesa hasta las 18 de la tarde (como buena comida española se merece).

Los días posteriores hasta Nochebuena fueron un ir y venir de aquí para allá...la primera parada el corte de pelo en mi peluquería de referencia y confianza...amenizado por las historias de mi peluquera Pili y su hijo Mario, siguiendo por la visita a Maxcopias -donde recibí un caluroso abrazo de bienvenida y una sonrisa que me alegró el día- y una serie de quedadas con amigos de Torrejón, de los scouts, universidad, máster...de aquí y de allí...que me hicieron, por un lado, revivir momentos que necesitaba y no había sido consciente hasta cuanto, al volver a vivirlos, aunque también, por otro lado, me hicieron caer en la cuenta de que nada había cambiado...y es que parece que cuando vives fuera esperas que todo "se haya dado la vuelta" al volver...que haya ocurrido una revolución o algo así y caes en la cuenta de que la vida sigue donde la dejaste, sólo que tu la ves "desde otra perspectiva", desde fuera (cosa a la que no estás acostumbrado).

El día 23 de Diciembre mi familia y yo, poníamos rumbo a una casa rural en Navaluenga (Ávila), donde nos encontraríamos con el resto de la familia para pasar unos días juntos, concretamente hasta el 26 de Diciembre. Vivimos una "Nochebuena de cuento" en la que todos nos disfrazamos de personajes de cuento (tradición de disfrazarnos que llevamos haciendo ya varios años), y hicimos un preparadísimo "manequin challenge"...en fin, que os voy a decir...que está mal que lo diga, pero es que ¡mi familia mola mucho!.



Esos días contribuyeron a seguir "llenando el contador de calor de casa" que tanto necesitaba, me dieron también risas, conversaciones,bailes me permitieron seguir redescubriendo sabores (un festín de paella, cochinillo, marisco, turrón se estaba cocinando en mi estómago) y a causa, seguramente, de todo ello también me dieron una "gastroenteritis bajera" (y dejemoslo ahí).








El mismo día 26 que volvía de la casa rural puse rumbo a Madrid donde dormí para salir la mañana siguiente al campamento de mi grupo scout...allí pude volver a disfrutar, como siempre y al mismo tiempo como nunca (debido a mis pocas responsabilidades , que no disfrutaba desde hacía bastante tiempo) del escultismo en estado puro, el compañerismo llevado al límite y las ganas de comprometerse con un objetivo común y evolucionar uno mismo así como con ayuda del grupo. Volví a sentir muy cerca a "mis chavales" y reviví algunas sensaciones que había olvidado en estos meses.


Ya no quedaba mucho de disfrutar mi familia y mi casa a la vuelta del campamento el 30 de Diciembre, pues ya estaba a escasos 4 días de volver...no obstante, el fin de año hizo que me olvidara de todo ello, y como todos los años ahí estábamos mi familia y yo pendientes de la televisión a las doce menos cinco...mis nervios materializados en un tembleque de mi pierna, los comentarios del vestido de "La Pedroche", la retirada de pepitas y pelado de las doce uvas tradicional marcaron los últimos minutos del 2016...y finalmente a las 00:00 estalló la euforia, los besos y los "feliz año" por doquier.

Después, como no podía ser de otra manera, salimos por Torrejón a darlo todo y la noche se dió la mar de bien (o de mal según como se mire xD)...pero esta vez había escusa (como si hiciese falta...): había que disfrutar de la primera y última fiesta española en algún tiempo.





A la mañana siguiente con algo de resaca, comida de año nuevo y algunos juegos de mesa pude ser consciente de que mi Navidad llegaba a su fin. El vivir fuera tiene muchas cosas negativas como estar lejos de los que quieres, echarles de menos, alejarte de tu rutina, de lo que siempre has conocido y te resulta cómo pero, por otro lado, te da muchas más cosas buenas como es el poder "redescubrir tu vida"...pararte y disfrutar de detalles en los que nunca te paras (como es el levantarte y oír las voces de tu familia o asomarte a la ventana y ver tu barrio de toda la vida, con gente de toda la vida, etc...) y, en mi caso al menos, también me ha permitido darme cuenta una vez más de la buena gente que tengo a mi alrededor y lo mucho que les quiero y me quieren...por ello, desde mi pequeño rincón de expresión que este blog, quiero darles las gracias por querer compartir un momento conmigo estas Navidades y hacérmelas un poquito más especiales de lo que ya suponía estar en casa.

Finalmente el 3 de Enero a las 5:00 sonaba el despertador para ir al aeropuerto y regresar a Londres...el cuento había terminado.

PD: Muchas gracias a todos los que habeis participado en la encuesta para mejorar el blog...intentaré incorporar vuestras aportaciones :)

5 comentarios:

  1. Da gusto leer cosas como estas y sobretodo ser partícipe de algunos momentos..me encanta sentir que, aún tan lejos, te tengo cerca y me encanta que formes parte de mi familia y de mis amistades.

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    1. También da gusto leer comentarios como este...gracias por eso y por todo lo demás ;)

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  2. Love you too! jajajaja es díficil la verdad...sólo diré ¡qué tiempos (revolucionarios) aquellos! y también que no vendría mal una actualización xD

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