sábado, 29 de abril de 2017

Que quede entre aupairs...El "ente"

You will be welcome to be part of our family / Serás bienvenido a formar parte de nuestra familia
Con esta bonita y acojedora frase (entre otras) mi host-family - y me atrevería a decir que la mayor parte de las  familias que acojen au pairs - me/nos "dieron/dan la bienvenida" a su familia...pero ¿qué hay de verdad en esta invitación? ¿se llega realmente a sentir como parte de la familia? ¿llegas a encontrar tu verdadero lugar en la casa?  y, lo más importante...¿te llegas a sentir "como en casa"?

Primero de todo he de decir que -como casi todo lo relacionado con la experiencia au pair- el sentirte más o menos dentro de la familia depende de la propia familia de acogida. Hay algunas que te tratan como trabajador y, por lo tanto, no te incluyen en la vida de la familia, conversaciones, comentarios, gestos etc...y otras -entre las que me incluyo- te involucran en la vida de la familia como un miembro más -transitorio, eso sí-. De una u otra manera, la realidad es que los au pairs somos un "ente"...formamos parte de una especie rara de miembro de la casa y andamos "a caballo" entre miembros de la familia y trabajadores del hogar. Para conocer un poco mejor esta sensación en esta entrada os presento - siempre bajo mi experiencia positiva- alguna de las situaciones que como "entes del hogar" que somos vivimos en nuestro día a día.




De esa condición de "ente" -a caballo entre trabajador del hogar y miembro de la familia- nace la pregunta constante de ¿estoy trabajando o no?, momentos como jugar con un  niño, preparar su comida, dar de comer a un perro, fregar los platos o recoger la cocina...eso que anteriormente lo hacías con desgana y queriéndotelo quitar lo antes posible, ahora forma parte de tu trabajo y debes aprender a hacerlo - en ocasiones, quedémonos ahí ya que descubres que no sabías hacerlo, realmente o la forma en la que lo hacías no es como se hace en esta casa y debes "re-aprenderlo" - y además hacerlo lo mejor posible para que sea del agrado de tus hostparents, padres de acogida o, en definitiva,  jefes. Esa pregunta se va mitigando con el paso del tiempo y aprendes a definir tus momentos de ocio y de trabajo - por señas como la "relajación facial" de tu hostmum o sus expresiones relajadas - y a hacer todo justo y como a ellos les gusta.

Toda familia tiene esos momentos familiares de comidas, cenas, desayunos, etc... en los que comparten un rato distendido quizá riéndose entre ellos sobre un suceso que ocurrió hace años, quizá burlándose de uno de los miembros por una fotografía de un momento pasado o quizá simplemente se crucen una mirada entre ellos y sepan lo que están pensando...todos esos momentos el au pair -como ente presente en la vida de la familia- los presencia en primera persona con una sensación entre confusión - a parte de formar parte de una rememoración de un suceso que tu no has vivido, recordemos que siempre está el idioma ,no nativo para ti, de por medio - e interés/cotilleo - por saber más sobre los entresijos de la nueva familia, que poco a poco, comida a comida y cena a cena van "desentresijándose" -. 

Let me tell you a funny story...was when i was a child and my mum.../ Déjame contarte una historia, fue cuando era un niño y mi madre... así, me sorprende alguna vez Theo -de 16 años- en alguna comida relatándome una historia ,supuestamente graciosa, de sus aventuras cuando era niño, a lo que yo si le he entendido bien suelto una carcajada y si hay algún detalle/frase/palabra que me haya hecho perder el hilo le muestro la mayor de mis falsas sonrisas. Por no contar las anécdotas familiares de Imogen muchas veces interrumpidas por una risa que le impide llegar al final antes de soltar una gran carcajada...So funny! / ¡Tan gracioso! - dice si le queda alguna pizca de aire tras la risotada-.

A los momentos graciosos y distendidos también - como no - se le unen los momentos de regañinas familiares por una trastada de tu niño -recordemos la historia del gel de Riley-, una disputa entre tus hostparents o una discusión madre-adolescente. Las cuales tú- si no te afectan de lleno por que no hayas formado parte de la situación, claro está...- las vives desde un tercer plano, como observador y sin que te afecten, lo cual está muy bien...ya que, quizá, por una vez en tu vida "miras los toros desde la barrera".

Para huir de esos momentos en los que te haces partícipe de una vida que no es la tuya, siempre está tu amada habitación...esa que el au pair tiene como su propio "mundo", una "trinchera", un "refugio", un "hueco", un "rincón" íntimo en el que volver a ser "Dani a secas", sin el apellido "Au-pair" y volver a tomar contacto con "tu otra vida", mediante llamadas de skype, chats de whatsapp -y otras formas de comunicación a distancia-,  zambullirte en tu serie favorita o simplemente descansar en tu cama alejado, por unos instantes, de tu presencia como "ente" en la casa.

Esa "trinchera", "rincón" - o como queráis llamarlo -  cobra más importancia y sentido al llegar los esperados y merecidos días de descanso familiar, donde la presencia de toda la familia inunda la casa y tú, como ente -en estos días más que nunca- tienes que aparecer de repente entre ellos para seguir -igualmente -  tu vida de descanso. Y es que tu host-family es tu familia de acogida pero nunca llegará a ser tu familia y , por lo tanto, nunca te llegarás a sentir totalmente en tu casa y cómo en -por ejemplo- esos días en los que las actividades de ocio familiar y de relax en la casa se llevan a cabo. Por lo tanto es normal que necesites desconectar "de ellos" el fin de semana y una opción es inundarlos de planes con amigos au pairs -que comparten tu misma situación- para desconectar un poco de esa vida familiar que no es la tuya y que tienes que vivir toda la semana.

Si eres/serás au pair, algunos consejos para disfrutar de tu estancia como "ente" de la casa son:

  • ¡Conoce a tu hostfamily! como he dicho al principio gran parte de tu vivencia como "ente" (mayor o menor involucrado con la familia) depende de la familia de acogida. Los primeros días dedícate a observar su comportamiento entre ellos y con respecto a ti...pronto descubrirás sus maneras de hacer las cosas y sus ganas de involucrarte o no en la familia y ,en función de eso, actúa. 
  • ¡Responde! si tu familia te involucra en su vida - que es lo ideal y más lógico en la experiencia au pair - responde a sus "llamadas" y déjate hacer partícipe de momentos familiares, ya que aunque a veces de un poco de pereza también forma parte de nuestro trabajo.
  • ¡Déjales su espacio! también aprenderás con el tiempo a identificar aquellos momentos familiares en los que no pega mucho tu presencia - bien por tu incomodidad o bien porque ellos necesiten su intimidad-.
  • Ante todo...¡educación! en cualquier caso -si tu familia te involucra o no en su vida- se educado y, por ejemplo, saluda y di adiós cada vez que sales o entras a casa, cada mañana...esto ayudará a que la vida familiar fluya más relajada y naturalmente.
  • ¡Sé tu mismo! como en casi todo, lo que mejor acaba funcionando es la naturalidad y espontaneidad...no intentes ser quien no eres porque las mentiras "tienen las patas muy cortas" y al final acabará saliendo tu verdadero yo, por ello muéstrate tal como eres, con tus virtudes y defectos - que todos tenemos y la familia así lo debe entender-.
  • ¡Disfruta de tu estado "ente"! que tiene algunas ventajas como la mencionada antes de tener la posibilidad de mirar todo "desde fuera"y sin que te afecte demasiado, ya que al final...¡estás de paso!.

sábado, 22 de abril de 2017

Mis "Santas semanas"

Como gran parte de las cosas que estoy viviendo este año la Semana Santa no ha sido una excepción y no se podría catalogar como usual para mí...que ¿porqué?...marcada por una decisión: la de no viajar a España y disfrutar viajando por Reino Unido y algunos cambios sustanciales - como que el periodo vacacional de una semana se trastocara y consistiera en una serie de días de vacaciones repartidos en varias semanas ; que la pasión, las marchas, las procesiones, las vírgenes, los cristos (y todo eso con lo que tanto disfruto) se redujeran a los tradicionales "easter hunts", conejitos y huevos (muy dulce pero mis procesiones, son mis procesiones)  y que las torrijas se transformaran en huevos de chocolate (deliciosos pero nunca podrán superar a las primeras) - creo que queda más que justificada que no la catalogue como una semana santa ordinaria para mi.

Pero empecemos por el principio, teniéndonos que remontar a finales de Febrero donde empecé a plantearme los planes para Semana Santa -tras la vuelta para la boda en Marzo, para entonces ya había decidido que no volvería en Semana Santa y aprovecharía para viajar a algún lugar del Reino Unido- y, con ello, empecé a pensar en sacar el tema a Imogen para que me especificase los días que podía tener libres. Entonces se produjo mi primera sorpresa cuando Imogen se acercó a mi con un trozo de papel donde aparecían escritos únicamente tres días -del 29 al 31 de Abril, una semana antes de Semana Santa- y la justificación de que prefería que me fuese cuando Riley aún estaba en el colegio...You know it is easier for me to organice myself with Riley at school / Ya sabes, es más fácil organizarme cuando Riley está en el colegio. A estos días, se le sumaban los bank holidays/festivos del Good friday o Viernes santo y Easter monday o Lunes de Pascua.

Con la sorpresiva información en mi cabeza, me puse manos a la obra para organizar los días -obligadamente repartidos en dos semanas- y aprovechar al máximo el tiempo libre, para lo que eché mano de agenda y contacté con una amiga española vía Whatsapp...

- Tiens algo previsto del 29 de marzo al 2 de abril? 
- De momento no...xq? 
- Porq son mis vacaciones de Semana Santa x si te apetecía deleitarnos con París 
- Claaaaaro! q ilusión!

Y así, en cuestión de segundos, se cerraba mi primer destino en Semana Santa - del 29 de Marzo al 2 de Abril- y junto a la que ,se uniría días más tarde, visita a Cambridge el fin de semana de Easter (15 y 16 de Abril) con varias amigas au pairs, todo ello daba lugar a mis "santas semanas" en esta aventura.

El primero de los periodos vacacionales en París comenzaba con una (¡como no!) "Imogenada" - Imogen Osborne, mujer ocupada donde las haya y a la que se le pasan cosas infinidad de veces...¡Siempre recuerdale todo lo que tengas...se le suele olvidar!, me advertía el anterior au pair el cual sufriría igual que yo sus "idas de pinza" - que consistió en que no se acordaba que me había dado esos días y tuvo que rehacer planes la tarde en que ella y Adrian volvían de su viaje a la costa (yo me iba el día siguiente temprano por la mañana), aunque no fue gran cosa : un cambio en la peluquería y la petición a Oscar (uno de los hijos de Adrian con su otra mujer) que se quedara con Riley la noche siguiente.

Tras rehacer planes, un "present-time" o tiempo de regalos para Adrian -era su cumple el día siguiente - presenciado por toda la familia y donde desfilaron entradas para teatro, varios jerseys y cosas de hombres británicos y una cena en familia en la que Imogen nos volvió a deleitar con una de sus recetas deluxe: chicken casserolle , me dispuse a irme a la cama con una sensación entre excitado - por el gran viaje que se avecinaba- y temoroso - el bus salía muy pronto por la mañana y además me había costado excesivamente poco y no me veía aún en el sin ningún impedimento de por medio-.


Pero los planes fueron tras lo previsto y allí estuve la mañana del 29 de Abril en London Victoria Coach Station con ocho horas por delante metido en un bus dirección a Paris y la gran incertidumbre de cómo sería la experiencia de cruzar el canal de la Mancha (Pero...¿se verá el fondo del mar? ¿Será una carretera normal metida en un tubo? ¿Nos lanzarán a propulsión de una costa a otra?), las preguntas sobre el momento se agolpaban en mi cabeza hasta que pude despejarlas al llegar a la costa Británica por la que cruzaríamos, donde las infraestructuras de metal - no conocidas para mí y con un aspecto de central soviética de operaciones que apuntaban a que nos iban a lanzar definitivamente a propulsión- junto al tiempo lluvioso, la niebla y oscuridad británica crearon un ambiente la mar de misterioso que contribuyeron a incrementar mis preguntas. Todas se despejaron y la situación se hizo menos interesante cuando el bus se metió en un tren, se cerraron las puertas y durante treinta minutos no vimos más que oscuridad a través de las ventanas...estirando piernas con la posibilidad de bajarte del bus...¡eso sí!.

La llegada a la costa francesa me hizo vivir una sensación de estar en casa, a pesar de los kilómetros que tenía hasta España y Torrejón (¡será cosa de haber pisado suelo del continente europeo! -pensé), bueno eso y quizá también contribuyó la agradable temperatura y el sol que me recibieron. Unas pocas horas más tarde - pero menos de las esperadas - estaba pisando suelo Parisino directo a reencontrarme con mi amiga Carmen y su novio que se aproximaban ya a la estación de buses a la que había llegado y ese día solo bastó un paseo a orillas de La Seine o el Sena, un "aperitivo nocturno" basado en alguna de las delicatessen francesas -salchichón y queso entre ellas - para abrir boca en una ciudad que, desde ese mismo momento, ya apuntaba maneras.

Y...¡vaya si las apuntó y las acertó!, París es preciosa...no hay otro calificativo que se me pase por la cabeza y sea más apropiado. Cada rincón, edificio, tienda, monumento, parque, que pude visitar esos días me pareció más bonito que el anterior pero menos que el siguiente - ¡Estoy extasiado de tanta cosa bonita!, llegué a decir a mi amiga uno de los últimos días- .

Es la ciudad de la sofisticación, la elegancia y el refinamiento - aunque luego te des cuenta que a veces puede ser sólo fachada - y, además, tiene eso de Madrid que tanto echo de menos en Londres...sus callejas, sus rincones donde, de repente, te encuentras con mini-terrazas con gente tomándose una caña. Es una ciudad donde te sientes libre gracias a los grandes espacios - parques, plazas...- abiertos por doquier. Es una ciudad que me brindó momentos como un picnic a los pies de su majestuosa Torre Eiffel, un alto en la gran caminata en la que estábamos insertos con vistas a un grandísimo lago, un respiro tras la subida en escaleras al Sacre Coeur o Sagrado Corazón -porque lo necesitas- deleitándome con las vistas de la ciudad del amor o entonar un gran ¡Ohhhh! al llegar al Hotel la Ville -Ayuntamiento-
asombrado por la belleza del edificio. En definitiva es una ciudad de 10 estéticamente hablando que hizo que mi amiga y yo llegáramos a teorizar sobre el carácter parisino -se dice que no es muy agradable y altivo - y su justificación con que vivan en , posiblemente, la ciudad más bonita de Europa (¡como poco!). Además pude refrescar mi francés, volver a darme cuenta de lo que me gusta y sorprenderme de recordar más de lo que pensaba...¡habrá que retomarlo! -pensaba-. Pero todo llegó a su fin y con él las despedidas, los "nos vemos pronto" y ¡como no! el paso por el canal de la
Mancha...¡esta vez en Ferri!, hecho que le dió al viaje de vuelta un tinte melancólico y de recuerdo.


Con mi vuelta de mi primer destino, daban comienzo las vacaciones de semana santa para Riley lo I have done a timetable for you for the next three weeks that Riley has holidays / He hecho una tabla con la organización de las tres semanas siguientes que Riley está de vacaciones -perdona...¿he oído bien? -pensé- ¿tres semanas de semana santa? ¿con Riley todo el día?...debo estar soñando y en Paris aún...¡despierta, Daniel!-. Pero no, estaba donde sospechaba aunque, por fortuna , la tabla estaba llena de eventos -playdates, campamentos urbanos de cricket, de ciencias, de deportes, etc...- y quedaban pocos huecos libres por lo
que la cosa se iba a hacer algo más liviana.
que dió lugar a la segunda de las sorpresas de mis "santas semanas" en Reino Unido la mañana del día siguiente a mi viaje parisino...

Y así pasaron las dos semanas siguientes entre campamentos de 10 de la mañana a 3 de la tarde -lo que me permitió tener tiempo para mi - playdates con amigos - en los que pude seguir conociendo a compatriotras de Riley - así como juegos varios - en su mayoría en el jardín por el buen tiempo, lo que le da otro toque-  con la compañía de Theo, que también estaba de vacaciones.
Por suerte, el tiempo británico (que .
a veces se pone de buen humor) nos regaló un fin de semana "pre-semanasantero" con un sol espléndido en el que la gente se echó a las calles -como podéis ver en la foto, los británicos aprovechan cualquier mínimo rayo de sol, eso sí la crema solar no es de su agrado y ya se pudieron ver las primeras quemaduras e incluso ¡gente pelándose! - y...¡nosotros no íbamos a ser menos!, así que sin dudarlo nos plantamos en la riverside o orilla del río a hacer un picnic y tomar el sol.



La semana siguiente se avecinaba larga- era la semana más libre para Riley, lo que siempre significa más trabajo para mí- pero al final de la misma se produjo la tercera y última sorpresa de mis "santas semanas"  que consistió en tener libre el viernes santo y el lunes de pascua - ya que eran bank holidays o festivos- lo cual, además de mis viajes espacio-temporales nocturnos (zambullirme en internet, básicamente) a la semana santa española (cordobesa, concretamente) aminoraron considerablemente el trabajo de la que se planteó desde un inicio como una semana intensa. Y como colofón a la semana y casi en el final de las "santas semanas" llegaba Cambridge - acompañado por varias amigas au pairs-  una ciudad
universitaria por excelencia y con mucho encanto. De la batalla entre Oxford y Cambridge  -las dos ciudades británicas donde se alojan las do universidades más importantes de Reino Unido y Europa - me quedo con la segunda...los colleges - o facultades - a la orilla del río - lo cuales pudimos disfrutar gracias a una excursión en barca por el río-, los puentes con una y mil historias, las residencias...hicieron que mi decisión se consolidase.

A la vuelta de este último destino de semana santa sólo quedaba dar el brochazo final a las "santas semanas" que consistió en una semana más de Riley en casa (con un campamento de por medio, que no cunda el pánico).

Los compañeros au pais vuelven, llega la primavera, el sol sale más de lo normal, los días se alargan, los juegos se desplazan al jardín, las flores nos invaden...sí, todo parece indicar que nos vamos acercando peligrosamente al último term (o trimestre) del año...HE WE GO!!!!

jueves, 6 de abril de 2017

Que quede entre aupairs..."Entre dos tierras estas..."

¿Has sido alguna vez emigrante español en otro país durante un largo tiempo?..si la respuesta es que sí entonces habrás adivinado por donde van los tiros con el título de esta entrada (copiado de la famosa canción de Héroes del silencio -influencia de mi padre-), y ,entonces, seguro que comprenderás la sensación de estar entre dos mundos en los que a ninguno de ellos, en este momento, perteneces (uno por la lejanía y otro por tu corta estancia en él). 
Si tu respuesta ha sido que no, quizá ,simplemente, te interese conocer un poco más algún aspecto de esta experiencia por si decides embarcarla en algún momento de tu vida...¡pues allá vamos!.


Los au pairs también entramos en el grupo de emigrados de nuestro país y , aunque si es cierto, que tenemos facilidades como un techo ya "prometido" desde tu país y una familia que te ayuda a integrarte en "el nuevo mundo", también vivimos la mencionada sensación de estar "entre dos tierras". Aquí algunas de esas situaciones, reflexiones y momentos que yo he vivido hasta ahora en mi experiencia como emigrante y au pair.

Las fases

En el periodo de estancia en un país extranjero, he podido identificar varias fases por las que pasas, las cuales no siempre vives de manera natural y más de una vez crees que estás viviendo tú solo y es raro, por lo que corres el riesgo de que "Don Bajón" llame a tu puerta (recuerda...¡no le abras!).

La primera fase es la de Integración, en la cual todo es nuevo y tu mente está ocupada todo el día en asimilar cada cosa, costumbre, manera de comportarse, educación...pero también farola, mesa, silla, carretera en definitiva, TODO lo que es diferente para ti. Es una fase de incertidumbre en la que siempre estás alerta de todo lo que ocurre a tu alrededor, es también una etapa de comparaciones en la que tiendes a comparar absolutamente todo con lo que ya conoces.
Para los au pairs esta fase comprende el conocer a la familia, al/los niño/s, sus costumbres, pero también su entorno, las tiendas, las posibilidades de ocio, identificar posibles amigos etc.
Como consejo en esta fase es que te des tiempo y lo lleves con calma, no te agobies y quieras hacerlo todo a la vez...tiempo al tiempo.

Hasta que un día cualquiera y, de repente, caes en la cuenta de que todo eso que era tan diferente para ti ahora es normal e interactuas con ello como lo hacías en un país de origen, esto es síntoma de que estás en la segunda fase de Adaptación. Las comparaciones se van reduciendo y la sensación de que estás en un sitio extraño y haciendo cosas extrañas para ti, también.

Para los au pairs esta fase supone el controlar el medio donde vives y las posibilidades que tienes. Como consejo ,dado tu conocimiento del medio, creo que este es el momento perfecto para buscar posibilidades de aprender inglés (objetivo fundamental del au pair) más allá de la familia (academia, grupos de conversación, voluntariado...) ya que puedes llegar a sentir que "has tocado techo" en el aprendizaje de inglés con la familia...todo ello nos prepara para ir directos a la tercera fase y última de Participación.

En esta fase, iniciada en la anterior, ya estás totalmente integrado en "el nuevo mundo" y es el momento de hacer cosas nuevas y participar en tu entorno, lo cual depende de tus intereses y nivel de idioma pero si es importante que ahora que conoces como funciona todo seas capaz de participar en la vida de la nueva cultura descubierta, te sentirás mejor.

Para los au pairs supone lo que he mencionado antes, el intentar explorar medios para aprender inglés fuera de la familia o medios para mejorar en tu profesión (si tienes identificada tu vocación) en el nuevo país de residencia. El consejo en esta fase es , al igual que en la primera, que lo lleves con calma ya que el lenguaje es importante y tienes que tener en cuenta que no es tu idioma de nacimiento y eso puede hacer que no sigas el mismo ritmo que tenías en tu país natal, lo que puede producir frustración pero ¡no desesperes! siempre hay algo en lo que puedes encajar.

(Los scouts que me estáis leyendo seguro que os suenan los nombres de las fases...¡no puedo renunciar a mis raíces xD).

Reencuentros y despedidas

Dado nuestro estado "entre dos mundos" la vida es un constante reencuentro y despedida, con familia y amigos de allí, pero, cuando ya los tienes, también con amigos de aquí y así cada vez de abandonas un lugar y vas al otro.

Los reencuentros , al menos para mí, son lo mejor de todo...los vives con una sensación constante de alegría y ganas de explotarlos al máximo lo que hace que esos momentos con amigos, familia, vecinos etc.., que antes eran cotidianos se conviertan en un acontecimiento y los vivas como tal.
Mis mejores reencuentros los tuve la primera vez que volví a España en Navidad, es un momento en el que las fiestas y las ganas por estar con los tuyos tras varios meses, hacen una conjunción perfecta para que disfrutes al máximo de esos días.

Además, como consejo, te diría que te guardases todos y cada uno de esos momentos para cuando estás lejos de esa gente...en periodos de bajón acordarte de ellos y de tu gente ayuda mucho.

Las despedidas siempre se viven con sabor amargo, como suelo contar siempre, pasar la cinta del aeropuerto para dirigirme al control y dejar atrás a los míos nunca es fácil (quizá sea la despedida más dura de todas)...siempre te embriaga la sensación de incertidumbre -al no saber cuando volverás a verlos-, así como la sensación de dejar atrás, de nuevo, todo lo que quieres. Mi consejo es que vivas esos momentos como hay que vivirlos...de forma triste, pero no dejes que esa tristeza se alargue en el tiempo y comienza tu rutina en el nuevo destino tan pronto como puedas.
Además, sumándose a la lista de despedidas también pronto comienza a haberlas en el nuevo país, estas son menos duras pero también empiezan a "escocer" tan pronto como entablas relación con amigos o con la familia (en el caso de los au pairs).

La gente


La gente...esa de la que te rodeas en tu día a día, ese amigo con el que te tomas una caña o un vino para ahogar las penas, esa dependienta de confianza que te hace "eso que tan bien te hace ella", tu madre, tu hermano, tu prima...todos ellos quedaron atrás, o mejor dicho están, paralelamente, en "otro mundo", mientras tu vas caminando por el tuyo descubierto. El skype, el whatsapp, el correo...se convierten en tu red social con "la gente del otro mundo" e instrumentos indispensables para contactar con ellos.

Además, al menos en mi caso, tiendes a preocuparte en exceso por ellos - por tu familia, amigos etc - y a querer saberlo todo en todo momento, como si con tu lejanía perdieses relación, pero nada más lejos de la realidad...todo queda en eso, en una sensación cuando vuelves a casa y ves que todo sigue igual. Por otro lado, esta experiencia respecto a la gente también tiene su lado malo ( o bueno según como se mire) pudiendo identificar aquella gente que realmente no forma parte de tu vida -y tu pensabas que sí-, pero también al contrario, aquellos que obviabas muchas veces y te das cuenta que son más necesarios para ti de lo que creías.

A esa "gente en el otro mundo" pronto se le añade "gente en el nuevo mundo" a la que vas conociendo, seleccionando y cogiendo confianza...es como retroceder en el tiempo hasta el momento de tu vida en el que comienzas a hacer amigos de verdad y las relaciones se hacen más duraderas por la personalidad, gustos y hobbies compartidos. Como consejo...¡relacionate! los seres humanos somos animales de grupo que necesitamos estar con gente y sentirnos queridos, no te aísles y sal lo más que puedas (si es con extranjeros mejor que mejor para aprender inglés pero también es necesario encontrar gente de tu país para compartir momentos que sólo pueden ocurrir con ellos).

"Mi casa, mi teléfono"


"Tu casa siempre será tu casa", es una frase que una buena amiga me dijo y se me quedó grabada...parece simple, pero es tan verdad como la vida misma...por mucho que pases tiempo fuera de ella y por mucho que ese tiempo haya hecho que la nueva casa (ya sea de la familia, por se au pair, o la tuya propia, por dedicarte a otra cosa) se acerque a ser tu hogar...volver a tu casa - al sitio donde has pasado la mayor parte de tu vida- volver a dormir en tu cama, volver a ver el techo de tu habitación, volver a mirar por la ventana para ver lo que siempre has visto, volver a oler la comida de tu madre haciéndose por la mañana recién levantado e incluso volver a tener las peleas familiares...no tiene precio (E.T. estaría de acuerdo conmigo, también...).

Mi consejo es que, como en todo, no pienses demasiado en lo que tienes en "el otro mundo" y céntrate en "sobrevivir" en este, piensa que esta es tu vida ahora y que ya tendrás tiempo de volver y rememorarlo todo.

Tu vida desde el exterior

Como ya he dicho en alguna otra ocasión esta experiencia me ha permitido vivir la sensación de mirar tu vida "desde el exterior" , como si de un astronauta mirando a un planeta se tratase, he tenido la oportunidad de analizar mi vida, comparar la con la actual y, quizá en el futuro, cambiar aspectos de la misma. Tu vida en "el otro mundo" no para de girar en el momento justo en la que la dejaste...sólo que ahora esta protagonizada por un hueco en blanco, una cama vacía, o un hueco en la mesa sin servir o un estudiante menos en la clase...que podrá ser de nuevo lleno...o no. Todo el mundo a tu alrededor sigue evolucionando y girando como lo haces tú en otro lugar.

Por otra parte esta experiencia en el caso de los au pairs los que normalmente tienen tiempo libre, te permite redescubrir facetas tuyas que tenías olvidadas -en mi caso he redescubierto algunos hobbies como pintar o leer que por la vorágine del día a día no podía hacer, disfruto haciendo y no descarto retomar algún día - , no obstante, por otro lado, te permite descubrir aquello que haces actualmente que no te gusta de tu día a día y que no formará parte de él en un futuro...¡pero todo aprendizaje!.