martes, 28 de marzo de 2017

Regalos navideños,regañinas,fusiones familiares y algo más...

Marzo fue el mes elegido por Imogen para fechar uno de los regalos de Adrian por Navidad...un viaje a Whitby, un pueblo costero del norte de Inglaterra donde, como consecuencia de la proximidad al mar, se degusta uno de los mejores Fish and Chips del país...principal motivo del viaje y del regalo...He really loves Fish and chips / A él le encanta los Fish and chips - me decía Imogen unos días antes de su marcha-.

Como consecuencia de ello Imogen, allá por el mes de Diciembre, me adelantaba el regalo pidiéndome si era posible que me quedase con Riley cuatro días...sí cuatro días al frente de la casa, las preguntas al momento de pedírmelo resonaban en mi cabeza...¿Cómo se portará conmigo sólo? ¿Y si le pasa algo?¿Estaré a la altura de convertirme en el cabeza de la familia Osborne por unos días? ¿Cómo será la logística de esos días?...pero le contesté que sí, por supuesto y un ¡Bueno, ya llegará...tiempo al tiempo! resonó en mi cabeza. Y el tiempo, como siempre, voló y la semana del 20 de Marzo - se iban el 25 al 28 de Marzo- no se hizo de rogar...una semana que se avecinaba larga para mí pues el tiempo de trabajo seguía non stop todo el fin de semana.

Sin embargo la semana comenzó con una alegría...mi prima Gema, su marido y su niña -que viven en Leeds - estaban de visita por Londres esos días y ¡como no! había que verse, así que tras unos días de planificación sobre su estancia, los días que nos podríamos ver etc...finalmente me decidí a pedir a Imogen si podrían quedarse la noche del sábado al domingo con Riley y conmigo para, la mañana siguiente, ir a Hampton Court palace todos juntos - visita que Imogen había planificado para Riley y yo -  a lo que Imogen respondía con un Oh! Of course, that makes sense if you go the next morning to the palace /¡Oh! Por su puesto, es lo que tiene más sentido si vais la mañana siguiente al palacio..., lo cual me produjo alegría para el resto de la semana, ya que iba a tener una de las primeras fusiones de mi familia inglesa con la española, iba a ver a mi familia y , por último, la estancia con Riley se me haría más llevadera.

Pero...detengámonos días antes del mencionado evento, concretamente la tarde del jueves 23 de Marzo donde la rutina parecía ir tal y como estaba prevista y nos disponíamos a  terminar el baño de Riley y  embarcarnos en la TV time como cada tarde...cuando, de repente, oigo desde el baño de arriba - donde yo me encontraba aún recogiendo las cosas del baño de Riley - como se desataba la ira de Imogen con Riley por una razón aún desconocida...Why have you done that? I don´t understand it, Riley / ¿Porqué has hecho eso? De verdad que no lo entiendo Riley... - oía desde arriba-. Terminé y bajé por las escaleras y en la cocina me encontré el escenario del crimen protagonizado por una Imogen en pleno apogeo de la regañina, a un Riley cabizbajo y a punto de llorar y a un Adrian intentando ponerse serio pero la verdad es que lo hace muy mal...sólo lograba soltar comentarios del tipo Oh! Riley thats not good! It was so expensive / Oh! Riley eso no está bien, era muy caro..., intercalados en la "cascada de recriminaciones" de Imogen.

Resulta que a nuestro amigo Riley no se le había ocurrido otra cosa mejor que tirar por el retrete un jabón carisísimo de su padre, que ¿porqué? Imogen ya se había encargado de pensar en ello unos minutos más tarde de que dijera las consecuencias de la fechoría a Riley - retirada del pocket money de la semana y nada de TV time ese día - He should be upset because i am not picking him up these days...I have a feeling / Debe estar un poco triste porque no le estoy recogiendo estos días del colegio...tengo un presentimiento...a lo que yo le respondía un Could be.../ Puede ser...atónito por la necesidad "Imogiana" de tener explicación para todo.

Con las consecuencias acatadas por parte de Riley y tras el rato de "cara larga" después de lo ocurrido - el cual se tuvo que comer aquí el menda...Now you are going to review Geography with Daniel before go to bed /Ahora, vas a revisar un poco de Geografía con Daniel antes de irte a la cama - la semana siguió y llegamos al sábado, día en el cual comenzaba el regalo de Imogen a Adrian y , por lo tanto, comenzaba el viaje de cuatro días de ambos y mi "capitaneo de la casa". A las 12 menos veinte salían por la puerta, tras una mañana de preparativos - todos a última hora, dado el ajetreo de trabajo de la semana - y una "pequeña reunión" de Imogen conmigo en la que no faltó sus amados plannings escrupulosamente estructurados y sin un detalle que se escapara...como le gustan a ella.

Una vez solos , Riley y yo, en la casa y con sensación de libertad, por una parte - era el capitán del barco, podía hacer lo que quisiese - e incertidumbre, por otra - ¿cómo escaparía de aquel "capitaneo"? ¿saldría todo acorde con el planning Imogiano? -, la música invadió la casa - a Riley y a mi nos encanta- y resonaron letras de "La Macarena" - de la cual se aprendió parte del estribillo y no paró de repetirlo en todo el día...Ehhhh Macarena...aaaaii!! - "She makes me wanna" - Una canción que tengo en la cabeza siempre y como consecuencia canturreo a veces y a Riley le gustó - y otras que el anterior au-pair le enseñó y siempre forman parte de nuestro repertorio.

Después del momento musical tocó tomar el lunch, preparar los regalos para le día de la madre - en Inglaterra es el 26 de Marzo - y prepararse para el cumple de su amigo Josh en un Ski Center en un pueblo cercano a la casa, que resultó ser una pista de esquí sin nieve en la que tiraban a los niños con una especie de trineo y flotadores de goma - vamos arriba, vamos abajo, ahora tres juntos, ahora cuatro, uno se cae, otro llora etc, etc.-, además pude ver al "Riley de grupo"  y descubrí que su dinámica es que le cuesta el iniciar relación con el resto - estuvo pegado a mi 10 minutos nada más llegar - , no destaca entre los demás, a la hora del juego, pero no se aisla y en un rato es capaz de integrarse y termina dándolo todo con el resto.

Seguidamente al cumple se produjo la primera "fusión familiar inglesa-española" de mi aventura, ya que nos encontramos a la salida del centro con mi prima Gema, su marido y la niña y se despejaron todos los interrogantes de mi cabeza...¿Cómo reaccionaría Riley?¿Se llevaría bien con ellos?¿Tendría celos de la niña- él siempre es el pequeño de la familia-?¿Estaría cómodo?¿Tendría vergüenza?...y la mayoría de ellos respondidos positivamente ya que desde el principio se mostró bastante abierto y a gusto con nosotros a pesar de que nuestro inglés muchas veces se desdibujaba al español por la necesidad de contarnos cosas o simplemente por nuestro instinto natural, lo que hizo que nos viéramos en más de una ocasión hablando a Riley en español a lo que él respondía con una cara rara o directamente no respondía.

No obstante hicimos el esfuerzo de hablar en inglés la mayor parte del tiempo para que él no se sintiese fuera de lugar lo que dio origen a una mezcolanza de idiomas bastante curiosa. Cenamos todos juntos pizza y seguimos la rutina diaria con el TV time, - especialmente alargado para la ocasión y el cual nos dejó estampas como la que os dejo, y en la que yo me derretí- y el bed time - con una historia apta para Isabella, la niña de mi prima - . Una vez "los menores" en cama, el resto nos ubicamos en mi habitación, para estar cerca de la niña- que dormía en la habitación de al lado- y para ponernos al día en temas varios. Sin embargo el sueño no tardó en aparecer - es lo que tiene en  personas al cuidado de niños, hay que intentar seguir sus horarios (sí, me identifiqué mucho con las madres y los padres del mundo) - y el cambio de hora -una hora más- nos obligó a dirigirnos pronto a la cama y así lo hicimos.



Al día siguiente nos levantamos a las 8.30 - 7.30 reales y tuve que despertar a Riley el cual seguía placidamente dormido como si no hubiese mañana y de hecho ya lo había. Desayunamos todos juntos tostadas con aceite o mantequilla y mermelada y terminamos de arreglarnos para hacer una vista a Hampton Court palace, la cual se vio reducida - de nuevo por los horarios de nuestros pequeños - eso sí, disfrutamos de una buena dosis de laberinto con perdida incluida (¡como debe ser!) entre risotadas de Riley e Isabella, buscándose entre sí...ellos eran felices, era lo que importaba.

A la vuelta a casa ya olía de nuevo a despedida, disfrutamos de un buen bocata de jamón serrano -para los adultos- y salchichas con patatas y guisantes -para los pequeños- en la terraza y al sol...¿qué más se podía pedir?, pues que ese momento se alargase y no se fuera nadie, pero lamentablemente mi prima, su marido e Isabella debían volver a casa ya que por delante tenían un largo viaje...de nuevo despedida amarga por la incertidumbre de cuando volver a verlos y sensación posterior de vacío, pero la vida seguía y mi "capitaneo" en la casa aún no había acabado.

Por lo que Riley y yo jugamos, hicimos deberes, tomamos el tea y llegó la ansiada bed time para dejar paso a una noche relajada de domingo y de preparación para los dos días de "capitaneo" que aún tenía aún por delante. Esa noche, y la siguiente, Riley sintió miedo -o quizá nostalgia por sus padres- e hizo incursiones en la mitad de la noche a mi cama, pronunciando un asustado Thaniellll i´m scared... / Daniel, tengo miedo..., tras ello, un abrazo y un adiós...señal de que lo que necesitaba era comprobar que yo estaba allí y que estaba protegido -¡qué bonito es!, pensaba sin molestarme lo más mínimo esa incursión- .

Los dos días transcurrieron normalmente hasta el martes a eso de las 6.00 P.M., hora en la que se oía la puerta de la casa, y Riley corría hacía ella como si no hubiese mañana...Imogen y Adrian estaban de regreso, y con ellos trajeron consigo relax -realmente se les veía descansados -  algunas anécdotas del viaje - como el incidente con la compañía de alquiler de coches que puso de los nervios (por el trastoque del plan, como no) el primer día a Imogen - y algunos regalos para Riley y para mí. Además Imogen pudo disfrutar de sus regalos atrasados del día de la madre y una pequeña sorpresa -en forma de globos y un cartel de felicitación - que Riley y yo le teníamos preparada...también hubo present time - sí, para esto también hay nombre- para Adrian ya que su cumpleaños era el día siguiente y la ceremonia de entrega de regalos se adelantó un día. Los Osborne habían vuelto y con ellos la normalidad a la casa.

Tras unos días bastante intensos me dispongo a comenzar unas vacaciones de Semana Santa "esparcidas" en el tiempo, ya que decidí no volver a España y, por ello, visitaré distintos lugares en días sueltos de las próximas semanas...el primer destino, cinco días en ¡París!, y para irme ambientando me despido con un...Á la prochaine! / ¡Hasta la próxima!.

jueves, 23 de marzo de 2017

Que quede entre aupairs...Los "boss-time"

¿Alguna vez te has imaginado cómo sería cenar todos los días con tu jefe/a? ¿De qué hablarías?¿Cómo te comportarías? ¿Estarías incómodo? ¿Te has imaginado compartiendo un desayuno de un domingo con él/ella? o, incluso...¿te has puesto en la situación de tener que vivir bajo el mismo techo?...



Todas estas situaciones se podrían catalogar como (lo que me acabo de inventar) "Boss-time" o "Tiempo de jefe" y todas ellas, los au pairs, las vivimos día tras día...el cenar, desayunar, comer, ver la televisión y compartir momentos íntimos con lo que, en definitiva, son nuestros jefes, es pan de cada día para nosotros...

Lo que para el resto de los mortales supone el final del día y un momento relajante pre-cama para nosotros supone la prueba final del día antes del merecido descanso...después de acostar a tu "niño del alma", toca sentarte con tus host-parents a cenar e intentar conversar en un inglés - que se debate entre cansado, por las horas, y dubitativo, porque sabes que estás cansado y no quieres "meter el cuezo"  - o tratar de entender las conversaciones que surjen entre ellos (que ya es bastante) y meter baza, si cabe... 

Estas conversaciones entre ellos hacen las veces de "Listening" improvisado, en mi cabeza se crean preguntas también improvisadas con respuesta múltiple sobre el contenido de la conversación...

Does Imogen like Adrian´s friend? / ¿Le cae bien a Imogen el amigo de Adrian?
a. She hates him, she thinks he is not a good man / Lo odia, piensa que no es un buen hombre
b. She loves him, she would like to marry him / Lo ama, se podría casar con él
c. Doesn´t say / No ha dicho nada

Does Adrian like the dinner? / ¿Le está gustando la cena a Adrian?
a. No he doesn´t, he would prefer not having dinner / No, preferiría no haber cenado
b. Yes, he does...he thinks (for the 1000 time) it is the more deliciuos dish Imogen has cooked / Si, piensa (por 1000 vez) que es el plato más delicioso que Imogen ha cocinado
c. No, he doesn´t, he prefers pasta / No, el prefiere pasta

Y pueden tener temas de lo más variopintos...situaciones familiares, cómo ha ido el transcurso del día, historias de amigos de la pareja y ,si te involucran (entonces podemos hablar de "Speaking" improvisado) normalmente los temas van desde tu familia, hasta la situación política del país o cómo ves al niño últimamente (todo ello depende de intereses y gustos tuyos y de tus hostparents).

Incluso en tus momentos de ocio y descanso - al final de la jornada de trabajo - tienes que enfrentarte a la presencia de tus jefes...quizá haya algo que,a tu hostmum, se le ha olvidado decirte a lo largo del día y encuentre el mejor momento (para ella) cuando el pijama y la almohada te han absorbido y estás en pleno capítulo de tu serie favorita...justo ese momento es el perfecto para que oigas tras la puerta un...Daniel??Thaniel??, te levantes -con las pocas fuerzas que te quedan - y te asomes, cual niño con miedo a la oscuridad al pasillo oscuro, y pronuncies un Yes! como último esfuerzo del día y oigas el...Tomorrow i will swim in the morning so wake up Riley, please... - Mañana iré a nadar por la mañana, así que despierta a Riley, por favor...por ejemplo.

Así mismo los fines de semana esos en los que el descanso, la desconexión y el tiempo libre relucen por doquier, para el au pair...también pero con la presencia de "tus jefes de la semana" por ahí pululando...los cruces por los pasillos/salas o puertas de la casa están repletos de sonrisas y miradas de soslayo que dejan entrever los pensamientos de ambos...Today is not working day...and you know it! (en su cabeza) o ¡Hoy no es día de trabajo!...¡y lo sabes! (en la tuya). No me imagino como debe ser esos encuentros un domingo de resaca tras una noche loca donde te cuesta mover hasta las pestañas para esbozar la sonrisilla.

Y, como estas, un sin fin de situaciones diferentes que, afortunadamente, se van naturalizando y , con el paso del tiempo, dejas de convivir con "tus jefes" a convivir con "Imogen y Adrian" -en mi caso-por ejemplo.
Algunos de los trucos para hacer más rápida y llevadera esta "transición" entre lo desconocido y estresante y lo conocido y cómodo, podrían ser estos:

  • ¡No te estreses! olvídate de que realmente son tus jefes y disfruta los momentos con ellos igual que si estuvieras con amigos o con parte de tu familia.
  • ¡Explótalos!, como de todo el mundo...de ellos también se aprende y ,en su caso, en mayor medida, ya que son una herramienta excelente para mejorar tu inglés -el niño también pero su nivel es inferior-...aprovecha al máximo los momentos con ellos y háblales todo lo que puedas, sácales conversación, diles que te corrijan si ven algún fallo, pídeles ayuda con mails, cartas etc...todo lo que crees que irá a tu favor y te dirija a aprender más inglés. También puedes aprender de ellos en el terreno profesional, dependiendo de a lo que se dediquen.
  • ¡Ganatelos!, demuéstrales que pueden confiar en ti y que sabes distinguir los momentos de ocio con los de trabajo con ellos...siendo serio cuando hay que serlo pero también divertido y relajado cuando tienes que estarlo...así evitarás momentos incómodos y tu relación con ellos será más natural.
  • ¡Date a conocer! igual que ellos comparten la vida contigo y te ponen su vida en bandeja está bien que tu también les trasmitas cómo es tu vida, tu familia, qué te gusta hacer, en qué te gustaría trabajar...eso aumentará la confianza entre vosotros y dejarás de ser un desconocido para ellos.

martes, 14 de marzo de 2017

Un fin de semana...¿cualquiera?

...¿de esos en los que no haces nada especial? ¿ en los que disfrutas de sesiones de peli y manta en bucle?¿o en los que te apetece acurrucarte "un poquito más" en la cama -y acaban siendo horas-? ¿o esos en los que el mayor trayecto recorrido es entre el sillón y la nevera? ¿o quizá esos en los que por no hacer no haces ni la cama?

Cualquiera no podríamos llamar a un fin de semana que empieza con un viernes libre...Can you do a babysitting on the 11th of March? / ¿Puedes hacer un babysitting el 11 de Marzo?...Me preguntaba Imogen por SMS la semana anterior -¡Oh! fatalidad - pensé - es el fin de semana de la visita de mi primísima Jenni - pero...¡todo controlado! mi prima se iba el sábado por la tarde y el babysitting era por la noche, así que respondí a la proposición con un muy educado Yes, no problem! / Si, ¡no hay problema! - más allá que currar un sábado, vaya...- y le hice una contraoferta y , muy educadamente también - le pedí el viernes libre para poder estar más tiempo con mi prima, a lo que Imogen me dijo que tendría que consultar su (apretada) agenda de mujer de negocios que es. La respuesta se hizo esperar una semana pero finalmente me dió un SÍ más grande que el sol.

Cualquiera sería demasiado para un fin de semana en el que- por mi espíritu aventurero, de probar nuevas cosas y también debido a mi ajustado bolsillo de au pair- dije que sí a la oferta de mi prima de recorrer Londres en bici...lo que resultó desastroso a la par que maravilloso. A las 13.00 - con visita previa a los grandes almacenes, Harrods y reencuentro previo- estábamos los tres - Jorge, el novio de mi prima, mi prima Jenni y yo- dispuestos a coger nuestras bicis con destino a un Portobello que se prometía la meca de lo vintage. La primera experiencia bicicletística del día no fue del todo mal, ya que el camino transcurría en su mayor parte por Hyde park, así que disfrutamos de las vistas pasando un
lago, y varias esculturas...¡todo fenomenal!. Llegamos a Portobello y se nos calló el primer mito, lo que parecía iba a ser un destino atractivo se quedó en una calle con alguna tiendas "vintage" o eso dicen (desde luego, el olor a antiguo las delata...).

Tras caersenos el mito de Portobello nos decidimos a ir a Candem - ese lugar que nunca falla y mágico donde los haya - pero esta vez montado en bici...delante nos quedaban 30 "fantásticos" minutos de pedaleo. La ciudad estaba a nuestros pies - o a nuestras ruedas - pero el destino - y nuestra poca experiencia en bicicleta - hicieron que ese viaje que puede ser magnífico se convirtiese en harto arriesgado. Los pitidos, malas caras londinenses, que
jas por invadir la acera, choques entre nosotros y cualquier mobiliario urbano que se nos presentase y un sin fin de infortunios fueron protagonistas de ese viaje que se presentaba como tan entretenido.

Llegamos a Candem más muertos que vivos - por el cansancio y por la tensión acumulada de tanto sobresalto - y una vez más - para mí - y por primera vez -para mi prima y su novio- nos deleitamos con los encantos de Candem y sus rincones más recónditos haciendo las paradas obligadas a la estrambótica tienda de Cyberdog, Candem Market, entre otros... Después tocaba la vuelta en bici (por la que yo temblaba al pensar en ella). El viaje empezó bien - parecía que la práctica y los sustos de la ida nos habían hecho aprender - pero todo quedó en una ilusión cuando llegamos a un concurridísimo Kings Cross y no se me ocurrió otra cosa que invadir el carril bus por que...¡no había nadie! (claaaaaro). El sonido del claxon detrás de mí no tardó en aparecer y mi maravillosa idea de acelerar en la bici para que no me pillase, tampoco, así que así hice...pedalear que ni Indurain para aterrizar en la estación de tren de Kings Cross cual biciclista en la meta ¡y oooolé! - las risas posteriores con mi prima y su novio estaban aseguradas -.

Cualquiera sería arriesgado llamar a un fin de semana en el que en la noche del viernes - por aquello de ser una noche y el bolsillo de au pair - decidimos dormir los tres en la misma habitación del hotel. La "operación entrada" - para que no descubriesen que había un infiltrado - en la que yo entré con mi prima y sin mochila (cual pareja que llega al "nidito de amor") y su novio nos siguió unos minutos después - no fue del todo mal y aterrizamos en una habitación más bien pequeña en la que al dormir deberíamos tenernos mucho amor. A la mañana siguiente descansados -unos (los que gozaron de más espacio) más que otros - emprendimos rumbo al Tower Bridge  (esta vez sin bicicletas camicaces) y a la estación de tren de Waterloo para rematar la visita.

Hubiese sido un fin de semana cualquiera a no ser por el babysitting de "tardeo" que me marqué con Riley, el cual empezó relajadamente viendo BFG -mi alegría al volver a casa y ver que estaba sentadito viendo la pelicula fue inmensa -, continuó a ritmo de "la Macarena" cuando se fueron los padres, y acabó con Riley "on the top" al irse a acostar (seguramente por su largo descanso la noche anterior, que hizo que la hora de dormir se alargase más de lo común) y yo "on the bottom" (por mi no descanso adecuado la noche anterior), a lo que se le sumó la espera a los padres que a causa de cancelaciones en los trenes, llegaron en taxi una hora tarde de la prevista...os imaginais a Imogen ¿no?...That´s really dull!!/ ¡¡Qué aburrido!!.

Podríamos haberlo considerado un fin de semana cualquiera si al día siguiente - con mi grupo de amigos au pairs- no hubiese conocido una de mis zonas favoritas de Londres...Shoreditch, que ¿por qué?...a pesar de que nos costó llegar al "paraíso", ¡lo encontramos!...y este tenía una zona de restaurantes que parecía sacada de Nueva York hecha por contenedores unos conectados con otros por pasillos donde se exhiben cuadros /fotos/grafittis de diferentes artistas, una zona de restaurantes en la que descubrimos un DJ que lo daba todo con los allí presentes (lo cual hizo que alguna de nuestras acompañantes se animase a dar uno que otro paso con una multitud salida de la nada). Además descubrí una de las mejores calles de tiendas de moda alternativa...cara, eso sí pero alternativa, donde puedes hacer una apuesta segura por la exclusividad...¡cada tienda que pasábamos era mejor que la anterior!.


Cualquiera podría haberse llamado un fin de semana en el que no hubiésemos acabado de fiesta improvisada un domingo en Soho en un pub donde el ambiente no prometía nada...a las 10 en casa dijimos ¿no?






No, definitivamente no ha sido un fin de semana cualquiera.

martes, 7 de marzo de 2017

Sueño de una noche de...boda

"Pues nada...yo quería hablar contigo para ver si te reservabas el próximo 4 de Marzo de 2017, que es sábado, para que vinieras a una gran fiesta que estoy montando primero en una iglesia y luego yéndonos a comer y beber por ahí...estoy hablando de MI BODA"

Así, de esta forma tan sutil, sin tapujos y directa al grano, Patri, una antigua monitora de los scouts me lanzaba el "save the date" de su boda vía móvil y allá por el mes de Noviembre, cuando aún era un au pair "amateur". Dicho anuncio provocó que mis emociones interfirieran en mi trabajo con Riley por unos minutos y entonase un nervioso "Excuse me...I´m going to the bathroom just one moment / Perdona, tengo que ir al baño sólo un momento" ,en mitad de un juego, para responder a aquella espléndida invitación...por supuesto mi respuesta fue un sí y en los días posteriores me dediqué a cuadrar con Imogen la fecha y los días que iría al mencionado evento para coger el vuelo lo antes posible y ahorrar costes. Así comenzaba lo que sería mi segunda vuelta a casa desde que me embarqué en esa aventura.

Pues bien, como perfectamente marca el refrán "todo llega..." y con la marcada fecha (por partida doble...la vuelta a casa y la boda) también llegan los nervios previos a la visita a mi casa, la sonrisa permanente e imborrable de la cara y las miles de imágenes de como serán los reencuentros (esta vez más limitadas - ya que volvía sólo por un fin de semana, ya que volaba el jueves noche hasta el domingo tarde) y el evento que estaba por llegar. 

Esta vez a todos estos sentimientos se le sumaba otro de "precaución", de hacerme a la idea de que la visita sería breve y en menos de lo que "canta un gallo", "se dice ya se han casado" o whatever, estaría de vuelta a mi vida de au pair. Por lo que sí, alegría, nervios, impaciencia...pero todo en su justa medida...como si mi cuerpo me estuviese preparando para ello (¡no te emociones demasiado, Daniel! - me decía-). 

Entre esa mezcolanza de sentimientos y pensamientos aterricé en el jueves 2 de Marzo y ,con él, mi rutina mañanera (desayuno para Riley, clase en el Kingston college, un poco de gym...) que a las 4 de la tarde sería interrumpida para coger un South West trains calling at Gatwick airport y, desde allí, un avión que me llevaría a casa. 

Todo fue según lo previsto, sólo sufrí un pequeño retraso en el avión que hizo que mi llegada a Madrid fuese alrededor de la media noche y , tras un reencuentro en el aeropuerto que se alargó un poco más de lo normal debido a no saber en qué terminal aterrizaba y el consiguiente juego de "ratón que te pilla el gato" entre mis padres y yo, llegaba sobre las 12 y media a casa...mi casa, donde me esperaba mi hermana (esta vez con plena conciencia de que estaba allí) y mi perro. Pero también me esperaba una cena muy spanish con cocretas y tortilla. Daba igual que fuese la 1 menos 20 de la madrugaba... pero es que hubiera dado igual que fuesen las 6 de la madrugada, las 8 de la mañana o las 5 de la tarde...¡esa cena no se me escapaba!.


El día siguiente había que aprovecharlo (y lo hice de lo lindo) con una visita a la peluquería para ponerse a tono para el día siguiente, con una quedada con una amiga del máster con la que tenía pendiente quedar desde Navidad, una visita a mi antiguo instituto para recoger a mi hermana (hizo las veces de remember al pasear por la zona y acordarme de los años vividos en esa calle y el parque al que llaman "de los patos"...fue un momento en el que pude imaginarme a mi mismo cual famoso que vuelve a casa y explica lo vivido en cada rincón xD), una comida con mi familia disfrutando de un buen cocido (plato indispensable en cada visita a casa) y la visita de una amiga para probarme una pajarita de su marca Brunelda (enlace a su maravillosa página y productos) para el día siguiente. Si os parece poco aún el día no había acabado pues quedaba visita a mis tíos y cena con tíos y primos en "El Gallego" - bar céntrico de Torrejón- para disfrutar de unas horas juntos.

Al día siguiente amanecí nervioso, las bodas me provocan esas "mariposillas en el estómago" y esa "inquietud por lo que pasará"( ¡qué será de ti cuando te cases! - me decía una amiga con toda la razón-). Me vestí rápido en mi casa...tras varios cambios de planes e ideas previos (que si me voy sin vestir y voy a casa de una amiga a vestirme y salir, que si me visto en casa y salimos directamente, que si, que si, que si...) producto de vivir lejos de la celebración, y finalmente me dirigí a casa de mi amiga donde me encontraría con ella y otro amigo para ir juntos a la iglesia donde se celebraría la ceremonia. La puerta de la iglesia se convirtió por unos instantes en un reencuentro constante con antiguos "chavales" y monitores del grupo scout, todo ello hasta que el coche de la novia se paró en la entrada y vimos a una radiante Patri (la novia, mi antigua monitora) salir de él...era el momento de entrar a recibirla.

La ceremonia transcurrió normalmente...y con el "sí quiero" pronunciado, con unos cuantos ¡vivan los novios! y sin novias a la fuga ni nada por el estilo, nos vimos de nuevo en el pórtico de entrada de la iglesia esta vez con los nervios más calmados, los novios casados, con el objetivo de darles un beso y desearles lo mejor. Desde
allí cogimos un bus hacia donde se celebraría el banquete y la fiesta posterior. De nuevo, el cóctel de bienvenida en el exterior se convirtió en un reencuentro improvisado con antiguas caras conocidas a lo que se le sumaba mis reencuentros personales con personas más cotidianas para mí que ahora no lo son por el hecho de estar viviendo fuera...todo ello hasta que los camareros nos marcaron el inicio de la entrada al salón donde se realizaría la comida y donde pudimos degustar un menú con canelones, carne, patatas, espárragos etc.(los nombres técnicos los dejamos a un lado)...todo ello regado con buen vino y antecedido por la sorpresa de estar participando a medias con los novios en el sorteo de la lotería de ese día.



A eso de las 5 de la tarde, con el estómago lleno (de comida y bebida) y con los primeros cubatas apareciendo en el salón, el ambiente de fiesta se iba caldeando y los novios nos pillaron "in fraganti" empezando el tradicional baile mientras nos dirigíamos a por un cubata...¡la fiesta comenzaba!, y con ella el derroche de pasos de baile, fotos, vueltas y más vueltas, con flashmob incluido (un pequeño detalle para los novios en mitad de la fiesta). Las horas pasaban volando y el nivel de alcohol en el cuerpo iba siendo proporcional a las lagunas sobre la noche pero daba igual...¡estábamos de boda! (en las bo
das hay que emborracharse por educación, decía uno que yo me sé...¡pues eso!). 

Alrededor de las 11 de la noche (creo) las luces de la pista de baile comenzaron a apagarse y encenderse las de una sala normal, lo que nos marcaba el fin de la fiesta en ese local y tras "una búsqueda desesperada de un pendiente" nos dirigíamos de nuevo a un bus que nos llevaría a seguir la fiesta en otro lugar...dicho bus se convirtió en un derroche de canciones scout, otras alabanzas y griterío vario pero sanos y salvos (más "salvos" que sanos) llegamos a Madrid donde seguimos la fiesta hasta aproximadamente la 1 de la madrugada donde unos amigos y yo abandonamos el local para irnos a descansar, que la tarde había sido intensa.

A la mañana siguiente, con algo de "malestar general" y con el mix de imágenes, sonidos etc. de lo vivido la noche anterior me despertaba con la noticia de que mi DNI no estaba en mi posesión lo que provocó que tuviese que hacer otro viaje a Madrid antes del regreso para recogerlo. Y, como también dice el refrán "...y todo pasa"...ya que esa mañana ya sólo quedaban horas del fin de semana...lo que había sido tan ansiado estaba a punto de llegar a su fin...volvía a mi vida inglesa, mi vida de au pair y a mi leche "au pairizada". 

A las 7 menos 20 de la tarde (hora en la que monté en el avión de regreso tras (¡como no!) un pequeño retraso, tras dejar, de nuevo, a mi familia tras la puerta del control del aeropuerto y el consiguiente nudo en la garganta, todo había quedado en un sueño...un sueño que llevo en mi mente y me da fuerzas para continuar...un sueño en el que, de nuevo, tengo que dar gracias a todos los que han participado en él y han sacado un hueco de su tiempo para estar conmigo...un sueño que,en buena parte, tiene que ser aún reconstruido...un sueño de una noche...de boda.