domingo, 26 de febrero de 2017

La "Semana Grande" (de Half term)

Como si de una gran feria o fiesta española (de esas que duran una semana y el jaleo invade las calles, plazas, y fuentes) se tratase, se avecinaba la "Semana Grande" pero en esta, los cubatas son sustituidos por muñecos de plástico, el jaleo y el bailoteo por juegos donde hay que derrochar la imaginación y creatividad (porque Riley tiene el listón muy alto) y las tapitas, el pescaito o sucedáneos se convierten en pasta, fish fingers, chicken etc...que hacen las delicias de nuestros, comúnmente llamados, "hostkids"...efectivamente, llegó el Half term (semana de vacaciones para los niños en mitad del trimestre).

Ese periodo semanal temido por cada au pair que se precie (si no tienes la suerte de que tu familia se pegue unas vacaciones y tu disfrutes también de ellas en la casa o en otro destino, claro...) y amado por nuestros "niños del alma". Esta vez los Osborne decidieron quedarse en casa (no hubo Egipto, ni lugar similar al que viajar) por lo que me tocaba comerme la semana grande enterita...sólo hubo un "viajecito" a Oxford protagonizado por Imogen y Theo de domingo a lunes para buscar facultades para este último.

Por lo que nuestra Semana Grande comenzó por todo lo alto, ya que me enfrentaba a un lunes con Riley cara a cara y sin otra compañía en la casa que Flora - que observaba tranquilamente todos nuestros movimientos desde su lugar de confort, su cama del living room - y Louis (recordad, uno de los hijos de Adrian con otra pareja) que había venido para pasar unos días.

¿Con qué juego estrella me deleitaría Riley esta semana (porque cuando decide que le gusta uno, lo explota hasta la saciedad, cosa de e niños...)? ¿Repetiríamos 20 veces el "ataque de los peluches" de nuevo? ¿Querría una batalla de espadas láser infinita?...no, parecía que esta semana no iba a ser así, pues descubrí los knights toys o juegos de caballeros, que básicamente consistían en batallas con figuritas de caballeros y su "colosal" castillo hecho de bloques de Lego.


Por lo tanto, gran parte del lunes trascurrió entre espadas, estocazos, lanzas, dragones que iban y venían entre ejércitos romanos, del medievo, griegos y demás culturas clásicas (¡porque la mezcolanza es lo mejor!). Por la tarde Riley se puso rockero (eso o que descubrió una antigua caja que contenía tatuajes e instantáneamente me pidió que parasemos el juego y le pusiera uno de ellos...menos mal -pensé yo- estaba empezando a perder la lógica espacio-temporal con tanto salto de tiempo histórico).

El día finalizó de una manera muy familiar ya que sobre la hora del tea (5.30 pm/17.30) llegaban Imogen y Theo de Oxford a los que se les uniría Adrian que, como siempre, suele aparecer por la puerta de casa sobre las 18.30 por lo que disfrutamos de una amena cena (Imogen , Theo, Louis y yo - Adrian sigue estos días una estricta dieta de batidos...la cual hace que de vez en cuando se oiga por la casa un Oh...I´m hungry! Oh...Estoy hambriento! -) con chicken caserolle (otra de las delicias de Imogen , guiso de pollo con verduras variadas) y las historias de la universidad de Louis y la futura universidad de Theo.

El martes -día de San Valentín -  lo pasamos de una manera poco amorosa y romántica, ya que tocaba sumergirse en las profundidades del mundo pirata...Riley y yo nos convertimos en dos bucaneros surcando las aguas de "a saber qué mar" y pasamos por islas encantadas, aguas plagadas de sirenas, tesoros y demás aventuras sospechosamente parecidas a Piratas del Caribe (¿Cuál sería mi inspiración? No idea...).

También ese día, las burbujas volaron por doquier en la casa con el afán de Riley de que fuesen lo más grandes y duraderas y cuando se acercaban a lo esperado a Riley se le escapaba un inocente Ohhhh!. A todo esto, Theo se nos unía en ocasiones para deleitarnos con alguna de sus "normas de juegos" -pude comprobar que la mayor parte de las normas que ponía Riley en los juegos provenían de Theo - y advirtiéndonos, por ejemplo, que el tigre era el jefe de la jungla y no el león...Fenomenal...¡20 ataques entre peluches mal ejecutados!. En una de estas intrusiones a Riley le apeteció cambiar de juego para involucrar a su hermano y estalló una guerra de pistolas entre los tres con trincheras incluidas.

El romántico día llegó con un descanso para mí - mientras Riley y Theo se fueron a cortar el pelo- y una cena romántica entre Imogen y Adrian - evento que Imogen me advertía por la mañana...Daniel, today you are going to eat with Theo because Adrian and me we are going to have a romantic dinner and i am sure you won´t like that... / Daniel hoy vas a cenar con Theo porque Adrian y yo vamos a hacer una cena romántica y estoy segura de que no queréis formar  parte de ella... y lo de romántica se redujo a que ellos se sentaran en la mesa de la cocina y nosotros vieramos la TV desde el sillón).

La semana iba avanzando y mis ganas por que avanzara rápido también y con todo eso nos plantamos a mitad de semana en el miércoles, día en el que recibimos la visita de un amigo de Riley, un rubísimo Jack Nash, que venía para uno de sus tradicionales playdates, lo que se traduce en un poco de aire para mí - ya que entre los dos se entretienen a veces - pero un ambiente algo más estresante para Imogen -por los gritos- lo que hizo que a media tarde me invitara a que les llevase al parque - I think they need that... / Creo que lo necesitan..., me decía -.
Por la noche y con la "resaca" del playdate aún en la cabeza, Imogen me daba la noticia que mejoraría el fin del Half term en gran medida (ironía modo ON)...Sebastian, el mejor amiguismo de Riley venía al día siguiente a quedarse una noche en la casa...¿no tienes suficiente con uno?...¡pues toma dos!.





Esto hizo que el jueves Riley se levantase con una sonrisa y superemocionado por recibir a su
"Sebastian del alma"...el día de "Au pair por partida doble" no resultó ir tan mal, ya que, como he dicho antes, el entretenerse entre ellos solos me permite tener "lagunitas" a lo largo del día en las que me puedo dedicar a mis cosas por un tiempo. Por la noche tocó sesión de Star Wars con el despertar de la fuerza - que a los dos les encanta - y un "bed time" esta vez sin historia, para que los dos se desfoguen agusto -This is one of the benefits of having a Rileys friend here.../ Es uno de los beneficios de tener a un amigo de Riley aquí... - me decía Imogen.

La mañana siguiente, de viernes, ya olía a fin de semana y con ello a fin del Half term...noticia doblemente triste para Riley - Sebastian se iba y se acababa el periodo sin clase - y feliz para mi...qué cosas tiene la vida. Tras la marcha de Sebastian -con taller de fortune-tellers (origami de fortuna) previo y un cineforum para terminar de ver Star Wars - otra noticia me alegraría el día...era libre a partir de las 4 de la tarde que Imogen terminaba con una llamada de trabajo...¡oooole!. Por lo que las horas pasaron más deprisa y entre "sesiones de relajación" - aburridas para Riley ...This is boring! / ¡Esto es aburrido!...a la par que necesarias - y un poco de juego con los globos en el jardín...la jornada laboral del viernes y, como consecuencia, del Half term llegaba a su fin, en mi cabeza sólo resonaba una canción...




              ¡LIBERTAD, LIBERTAD SIN IRA LIBERTAD!


domingo, 19 de febrero de 2017

Una serie de catastróficas (des)dichas

Dicen que después de la tormenta -materializada en mi semana de visita de "Don bajón" - llega la calma. Eso dicen...porque en este caso la calma se quedó en "calma psicológica" - el bajón iba desapareciendo lentamente - más que en otra cosa...¿Qué porqué digo esto?, razones no me faltan...

Si contamos con que el viernes a pocas horas de la visita de dos de mis amigas a Londres empezó a nevar, el miedo por el qué pasará con el avión se iba incrementando y como resultado tuvieron un retraso del vuelo de más de dos horas (el vuelo salía a las 8 de la tarde y salieron finalmente a las 11 de la noche), además del pequeño contratiempo que tuvieron en el ,ya bautizado, "avión antireencuentros" porque la puerta decidió no realizar su función ese día, con la consiguiente suma al retraso ya ocasionado (a las 4 de la mañana nos íbamos a la cama, sólo os digo eso...)

Si tenemos en cuenta el pequeño detalle de que nuestra habitación tenía una colocación privilegiada (si formabas parte del staff del hostal), ya que estaba LITERALMENTE dentro de la recepción, tanto que parecía la puerta donde se guardan los utensilios de limpiar que utiliza el conserje para darle una "pasadita" al rellano. Hecho que provocó que por la noche no fuésemos tres personas las únicas que contribuíamos al "sonido de la noche" (ronquido en castellano), si no que se nos unió el recepcionista que claro...¡tenía que descansar!.

Si nos paramos en el hecho de que teníamos un "baño para superhombres", con un escalón que invitaba a hacerse un máster en escalada todas las mañanas, una ducha que había que descifrar su funcionamiento (lo que nos llevó a "Excuse me, how does the bath work?"/Perdone, ¿cómo funciona el baño?...y la consiguiente aparición del recepcionista compañero de habitación - no se porqué no se adelantaba a todos nuestros problemas si nos debía estar oyendo- y su "toque maestro" por el cual hizo el agua caer), y ,cuando conseguimos que funcionase, un suelo en el que se creó un lago (...que ni el Ness) en mitad del baño.

Si nos quedamos con que en la segunda noche de repente una puerta se abre en el techo con el
consiguiente susto de muerte (podría ser el escenario de cualquier peli de terror...de la que salga un asesino, una niña muerta o algo así) y el "sonido a cascada" que emitía (resultado, seguramente, de la presencia de una bajada de agua) y su apertura constante - por menos de un soplido, lo que hizo que en mitad de la noche me despertara pensando que alguna de mis amigas "les había dado por ducharse"-

Si ponemos el foco en un pequeño cable rebelde que quiso entrar la primera noche en mi cabezal para ser enchufado pero no salir al día siguiente de ninguna de las maneras lo que le convirtió en inservible para mí - era un cable de Iphone - y para mi amiga - el cabezal era compatible con un enchufe de Reino Unido-.

...tras todo esto, sí quizá la famosa frase no es aplicable al pasado fin de semana...pero, afortunadamente, ninguno de los tres nos quedamos con estos momentos como algo desastroso sino que convertimos las desdichas en dichas y todos y cada uno de los momentos fueron convertidos en carcajadas, un "reírse por no llorar" y unos comentarios para el recuerdo, porque lo que importaba era estar juntos...daba igual el cómo, el porqué y el donde (de aquí a la muerte, desde luego xD)....¡Aiiii qué haría yo sin mis islas de la felicidad!.

Por todo lo demás (que no es poco) el fin de semana fue a pedir de boca, la verdad...ya sabéis, que a mi siempre Londres me enamora y ,con una compañía de lujo como la que tenía, todo se veía incluso más increíble de lo que lo veo normalmente. Recorrimos las calles londinenses - con nieve, eso sí y frío del copón - paramos en algún pub británico -en el que descubrimos el ambiente del rugby en primera persona-, visitamos Candem - always lovelovelove- el British musem, una exposición dedicada a Harry Potter en Leicester square -que como fan que soy me dejó con la miel en los labios para visitar los estudios de Leavesden- y varios míticos sitio más de la ciudad...una visita que me hizo también "ubicar la ciudad en un mapa" y localizarme en cada punto en el que estábamos - cosas que me llevo para próximas visitas -

En fin, de nuevo, un muy oportuno "fin de semana de isla" que me hizo recargar fuerzas y me permitió separarme de Don Bajón unas horas e incluso días, sólo me queda dar las gracias a ese grupo "te como" -el sobrenombre que tenemos el grupo de tres desde la carrera, no preguntéis el porque xD- que hizo un esfuerzo por venir a verme y regalarme uno de los mejores fines de semana aquí...¡hasta la próxima, amigas!.

domingo, 12 de febrero de 2017

Que quede entre aupairs...Bajones

Si en un día normal en medio de tu aventura "llama a tu puerta alguien" y , de repente, caes en la cuenta de que estás inmerso en una rutina que tú no has elegido en un sitio lejano a tu casa y gente desconocida (factores que quizá ya creías ya superados) y entonces empiezas a cuestionarte muchos aspectos de tu vida actual, a cuestionarte lo que realmente quieres, si deberías dejarlo y marchar...ese momento cuando no sabes qué camino escoger, cuando necesitas "resetear" tu mente y echas de menos a los tuyos más que nunca...cuando descubres que quizá estás empezando a vivir una nueva vida y posiblemente te de miedo por todo lo que hay detrás de ti, en tu país, cuando crees que no tienes más fuerzas para seguir...
Si eres au pair o estás viviendo en el extranjero y te sientes así, quizá quien estaba llamando a tu puerta sea "Don Bajón".




Esta entrada, dentro de la serie "Que quede entre au pairs", podría hacer las veces de entrada personal pues es el resumen de mi semana la cual no ha sido, ni de lejos, la mejor vivida aquí...y es que esta experiencia, como todas, tiene su cara negativa pero de la que siempre es posible salir con un poco de optimismo, ganas y también mucho cariño (que se necesita). Es una "cara de la moneda" que no sabía si transmitiros pero creo que como blog personal que es, tengo que ser sincero y decidí finalmente compartirla con vosotros. Me vais a perdonar la ausencia del entusiasmo que me caracteriza durante la misma, pero intentaré ser lo más optimista posible pues creo que la situación lo requiere, y de ello se sale...¡como de todo!.

También podría hacer las veces de "Manual para bajones del au pair"o "...del extranjero fuera de su país" (porque los bajones desgraciadamente tienen un alto componente que es reactivado por estar fuera de los tuyos, de tu casa, familia etc...) o "Cómo cerrar la puerta en las narices a Don Bajón", ya que intentaré desde mi experiencia y conocimientos trasladaros  las mejores técnicas (que aún estoy probando) para mejorar ese bache si es que lo has sufrido o estás en él, así que allá vamos...

¡Resetea tu aventura!

A veces lo único que te pasa es que has caído en la rutina, lo cual es fácil siendo un Au pair, ya que los niños necesitan rutinas para funcionar y estructurar su vida y si en mi caso también tienes una madre así...¡apaga y vámonos!. Si la rutina te cuesta y se te hace pesada intenta luchar contra ella, de tal manera que añadas algo diferente y novedoso cada día (si es posible) o semana, en fin resetea todo aquello que te está haciendo cansarte de esto.

¡Encuentra tu motivación perdida!

A lo mejor has perdido la motivación que tenías desde el principio...busca debajo de la cama, en el armario (quizá con algún bollo del rincón del au-pair la encuentres) y si no, párate a pensar un poco porqué estás donde estás, qué te ha traído aquí y, si cuando lo encuentres, ves que no lo estás cumpliendo...¡muévete! es hora de empezar a dirigirte más exhaustivamente hacia ello.
 A veces "Don Bajón" llama sin más y entonces debes intentar animarte con pequeñas cosas con las que disfrutes (quizá chocolate, un paseo por el vecindario, descubrir algún lugar nuevo o quizá necesites un día o dos de desconexión).
Además también es útil pensar en todos las cosas positivas que tiene esta experiencia ¡que son muchas! y seguro que la balanza sale positiva...también puedes pensar en las malas ¡que las habrá! pero no te detengas excesivamente en ellas, recuerda que el objetivo es salir del bajón y no hundirte más.

¡Chute de gente conocida!

Este problema desgraciadamente se incrementa por la ausencia de los tuyos, esos a los que siempre puedes acudir cuando estás en casa y pueden consolarte o darte con el kit de la cuestión...afortunadamente gracias a las nuevas tecnologías (¿cómo superarían los bajones  los aupairs de hace 20 años?) podemos hacerlo también aunque estemos en la distancia y es algo muy útil, ya que ellos te conocen y saben como funciona tu cabeza y cómo manejas este tipo de situaciones...desahógate con ellos, te sentirás mucho mejor tras ello. Haz una (o veinte) llamadas de skype, un telefonazo y sobretodo tenlos siempre en mente...ellos desde donde estén te darán ese "empujoncito" que necesitas. La idea fundamental de esto es que no te lo quedes para "tus adentros",comparte las ideas sobre lo que sientes.

¡Piensa que pasará! (aunque sea difícil en el momento)

Siempre tienes que tener en mente que es algo transitorio, no te agobies demasiado y no te pidas a ti mismo estar mejor...quizá necesitas unos días para digerirlo y llorar o estar triste o tener menos energía etc...lo importante, de nuevo, es que tengas en mente que va a pasar, de esta manera podrás digerir mucho mejor "el trago" y podrás seguir adelante.
Pero además de este "pasará" relacionado con el bajón, tienes que pensar que incluso esta aventura pasará, no es algo fijo en tu vida -recuerda, tu eres un espectador de tu vida que está en otro lado, de momento- y la "leche auparizada" que hoy para ti ya es normal, mañana volverá a ser algo lejano y tu vida volverá a la normalidad...¡o no!.

¡No te quedes quieto!

Es fundamental no cesar tu actividad y quedarte en la cama dormitando tus ideas...¡sal y relacionate!, hablar con la gente, tomar algo, reírte...te ayudará a pasar mejor el trago, quizá necesites ir al gimnasio o quizá leer un libro...¡la cosa es no parar!...organiza tu tiempo libre para poder hacer todo lo que quieres y que te ayudará a olvidarte de lo malo.

En fin, la idea de todo esto es no rendirse - ya que es el camino fácil-, si en su día escogiste esta aventura sería por algo - y algo importante para ti- y esa razón es la que tienes que tener siempre en mente y dirigirte a ella...cambia, actúa, recompon, sal, entra, juega, baila, ríe, llora, siente, camina, corre...hazlo todo y todo dirigido a tu bienestar y éxito personal.

lunes, 6 de febrero de 2017

La isla de la felicidad

Llevaba ya más de tres meses a la espalda, yendo de isla en isla en ese mar desconocido. Aquel naufrago ya se había acostumbrado a vivir "a la deriva" en aquella balsa de madera, conociendo nuevos paisajes, nuevos inquilinos en cada isla que visitaba pero también en cada remo que daba en su lancha al avanzar entre cada una de esas islas, donde podía mirar hacia abajo (hacia el fondo del mar) y juguetear con los distintos peces y demás fauna marina que allí se encontraba. Ese día mientras remaba como cada hacía día, vio otra de las ansiadas islas allá en el horizonte...estaba emocionado, quería llegar lo antes posible, sabía que le esperaba una jornada de descanso la mar de apetecible, sus brazadas cada vez se sucedían con mayor rapidez y , por lo tanto, avanzaba más en menos tiempo. Al llegar a la mencionada isla de repente notó una inmensa felicidad, una felicidad que no había podido experimentar hasta ese momento...un felicidad que quizá provenía de la sensación que tenía de sentirse como en casa (quien le iba a decir que en ese lugar pudiera sentirse de tal manera)...entonces, se sentó en una roca y disfrutó de ese momento recordando en su cabeza viejos tiempos con su verdadera familia y gente conocida y en su verdadero hogar.
Pero no podía quedarse allí mucho tiempo pues el objetivo más lejano, aquél que se había marcado desde el momento en que empezó todo aquello, estaba por llegar...entonces se levantó rápidamente, con fueza y con el pensamiento de no perder más tiempo (a pesar de lo a gusto que estaba en aquel lugar) se decidió a seguir adelante como siempre había hecho pero con ese sentimiento de fuerza que nunca había tenido. Se metió en la balsa para comenzar, de nuevo, a navegar por aquel mar desconocido (que empezaba a sentir cercano) echó la mirada atrás, respiró hondo y decidió bautizar a aquella isla como la Isla de la felicidad.




Con este impersonal "cuento-metáfora" he querido transmitiros de la forma más fiel posible lo que se siente al vivir en un país extranjero y recibir visita de tu país de origen. Al pensar en como transmitiros esa sensación y como la vivo yo no tuve duda...en ocasiones te sientes como un "náufrago" en un "mar desconocido" y volver a tener a alguien (o a veces incluso algo) de tu país de origen, supone una "isla de felicidad" en ese "mar desconocido", una isla donde eres capaz de descansar, coger aliento y volver a tu rutina diaria con la seguridad y la certeza de que siempre habrá "más islas por delante".

Pues bien, la semana pasada yo llegué a otra "isla de la felicidad", pero en este caso no de la mano de un bote si no de los ya famosos South West Trains (esta vez calling at Vauxhall), así como varias paradas del metro londinense y un enlace en London Kings Cross (sí, la estación de Harry Potter, como buen harrypotterfan me sentí por un momento como un estudiante de Hogwarts más dispuesto a coger el expreso...eso sí, no vi el muro de la estación 9 y tres cuartos...¡habrá que volver!) a los Virgin Trains , finalmente, calling at....¡¡¡¡LEEDS!!!! (ciudad al norte de Reino Unido)...iba a pasar mi estancia en aquella isla en casa de mi prima Gema con su marido, su niña Isabella (cumplía 2 años el domingo) mis tíos Antonio y Merce, un primo, su mujer y su hija.

Llegué a eso de las 11 de la noche a un Leeds totalmente diferente a como me lo habían pintado...tenía la imagen en mi cabeza de un típico pueblo inglés, pequeño, con casas bajas (rollo Godalming) y para nada...el marido de mi prima en el trayecto a casa me desmintió mi idea, diciéndome que era una de las ciudades más grandes de Reino Unido (¡cerca estaba! xD).

Cuando llegue a la casa de mi prima de nuevo sensación de calor de hogar a pesar de estar en ella por primera vez...por delante teníamos varias horas hasta que llegaran el resto de inquilinos (a la 1.15 de la madrugada aproximadamente)...por suerte entre charlas varias en las que nos dió tiempo a recorrer temas como sus exámenes de la carrera a distancia que está haciendo, temas educativos que nos apasionan a ambos, algún que otro cotilleo y mirada hacia la ventana rollo "Viejalvisillo" (por si habían llegado el resto) la espera se me hizo muy corta. Cuando llegaron de nuevo sentimiento de alegría y hogar, sentimiento que duró poco pues el sueño nos invadía a todos, así que nos fuimos a la cama cuando estas quedaron repartidas ya que al día siguiente había que levantarse y aprovechar el día juntos viendo cosas.

Amanecimos sobre las 9 y media y el zafarrancho dio comienzo..."Somos muchos y hay que organizarse, podemos desayunar separados e irnos duchando" dijimos el día anterior...comentario que quedó en el olvido pues acabamos compartiendo mesa en el desayuno, producto de la lentitud de esa mañana (no había dormido muchas horas), de las ganas de estar juntos o de todo a la vez. "Da igual, estamos aquí para relajarnos" decía Alicia, la mujer de mi primo y, en parte, tiene razón, esos momentos para mí son un regalo cada vez que visito una "isla". Después de desayunar apareció la hija de mi prima Gema, Isabella (ella y su padre se habían ido por la mañana a la piscina) llena de felicidad por la visita (mi prima nos contó que había estado nerviosa toda la semana) dio besos a diestro y siniestro...sus besos, esos que siempre me recuerdan lo especial que es para mí y lo especial que son los momentos junto a ella.

Ese lluvioso día nuestro destino era York, una ciudad con mucho encanto inglés, mucha tienda de
"monadas" y una catedral que impresiona por dentro y por fuera, nos quedamos sin subir a la muralla, que estaba cerrada ese día pero no importó ,a part
e de ser una buena escusa para volver, hacía frío y un café en el cuerpo nunca se rechaza...así que allá que fuimos...¡al Costa más cercano!.
Las horas para el cumple de la peque ya se podía contar con los dedos de la mano, y su nerviosismo crecía por momentos por lo que a la vuelta a casa (a eso de las 8 de la tarde) tocó llenar la casa de globos y fotos suyas desde su nacimiento hasta ahora, también disfrutamos de unas cuantas canciones y bailes de su repertorio infantil (Put your hands in, your hands out, in, out, in, out, shake it all about, ¡OHHH, Boogie, boogie!...esas que vuelves a recordar cada vez que tienes un niño en casa) hasta que calló rendida.

Después tocó la cena rememorando sabores...esta vez pude degustar una auténtica sopa de cocido, así como salmón al horno y demás gustos para el paladar, también jugamos a "Qué tengo en el coco", amenizado por Sara (la hija de los primos), que resultó bastante rápido pues el sueño estaba empezando a hacer mella en nosotros...así que a eso de las 10 de la noche (¡Ni los Lunis!) cada uno e dirigía a su estancia a descansar y coger fuerzas para el gran acontecimiento del fin de semana.

Al día siguiente una ratoncita Minnie apareció en el salón (donde yo dormía con Sara) a las 8 de la mañana con una sonrisa de oreja a oreja señal de que algo importante pasaba ese día...¡¡¡¡cumplía dos añazos!!!!, los "¡¡Feeeeelicidades!!" se sucedían esa mañana en cada rincón de la casa, la canción de cumpleaños era nuestra banda sonora y el papel de regalo, los globos y los "cup-cakes" (que habían preparado el viernes Isabella y su madre) invadieron de repente el salón de la casa. Cantamos el cumpleaños feliz y desayunamos todos juntos (ese día pasamos más del reloj), para después arreglarnos y salir a conocer Leeds. Una ciudad con poco encanto histórico y cultural (ya me lo adelantaba el marido de mi prima, Juan, el viernes) pero con, por lo visto, un encanto económico y de compras para millonarios como futbolistas, actores...por sus tiendas y centros comerciales, los cuales son enormes (sus precios también).

Comimos algo rápido y después de comer nos dirigimos a donde habían aparcado el coche alquilado que llevaría a mis primos y tíos al aeropuerto de regreso a Madrid...de nuevo
despedidas y esperanza de encontrarnos pronto, aunque sabes que no será tan pronto - pero ¡nos vemos pronto!, es una frase que deja tranquilo -. Juan, Gema, Isabella y yo pusimos rumbo a la casa de nuevo donde esperamos - con un poco de estudio (o un poco de intentarlo xD), un poco de Skype con la familia por el cumple de la niña y otro poco de cocina para la cena (tortilla española, en mi caso metida en un sándwich con tomate) - a que llegaran las 6 de la tarde, hora en la que iniciaba mi viaje de vuelta.

Un fin de semana de "isla" que se suma a la colección de momentos de esta aventura, una colección que no dejará de engordar, por ahora, una colección que llevaré siempre, aún cuando esté en mi casa, en lo más profundo de mí...¡ahora toca navegar hasta la próxima isla!.