jueves, 24 de noviembre de 2016

(extra) Ordinario -Parte 1-

¿Has tenido alguna experiencia en el extranjero? ¿Has vivido o vives algún tiempo en otro país diferente al que naciste? ¿Te has interesado alguna vez especialmente por la cultura cotidiana de algún país diferente al tuyo?¿Te apasiona la forma de vida de otras personas en otro lugar del mundo?...si la respuesta a estas (o alguna) de estas preguntas ha sido afirmativa coincidirás conmigo en que la vida cotidiana no es para nada igual en todos los lugares del planeta, aquello que tú tomas como normal y como ordinario (e incluso es probable que nunca te hayas detenido a pensar en ello) en otros lugares del mundo no lo es tanto...ni mejor ni peor, sólo diferente.
En estas entradas me dispongo a relataros aquellas cosas que como ciudadano español, madrileño y torrejonero que soy al llegar a Reino Unido, me chocaron y algunas lo siguen haciendo. En definitiva, me dispongo a sacar a relucir lo que es para mi, extraordinario, de lo ordinario.



Conducción por la izquierda...WTF?!

Sí amigos, como sabéis a los habitantes del Reino Unido les da por ponerse en el asiento del copiloto, es algo que me chocó (no por nada especial...no soy un amante del motor precisamente ni conduzco aquí) si no por las sorpresas que me llevaba (y me sigo llevando) al descubrir conduciendo a...¡niños!...o...¡personas con cosas que les impiden la visión!...o...¡ancianos!...o...¡perros!...o...¡gatos! y luego caer en la cuenta del pequeño detalle de la conducción por la izquierda.
No sé exactamente por que es...si por llevar la contraria al resto del mundo (el taxista de confianza de la familia me dijo un día entre risas There is only few countries with left driving...English people says that they are right and not the rest of the world) por un sistema de seguridad que el resto del mundo desconoce o porqué, pero en definitiva, es un cambio que me consta (por algunos conductores con los que he hablado) es duro y en ocasiones provoca algún que otro accidentillo por mirar donde no debes.

Monedas...¿sin sentido?

La moneda en Reino Unido es la libra esterlina (otra diferencia con el resto...esto empieza a mosquear...), diferente al Euro que predomina en la Unión Europea...no sólo el nombre es distinto si no también...¡las monedas!.

Llamadme loco, pero ¿no tiene sentido hacer monedas más grandes para las de mayor valor y más pequeñas para las de menor valor?...pues no...aquí van a su bola en ese sentido y te encuentras con monedas de 2 peniques (equivalente al céntimo) ¡igual de grandes (en otro color, eso sí) que las de 1 libra!, lo cual conlleva su tiempo de adaptación y alguna que otra "generación de cola" en un supermercado o similar por estar intentando leer un rato qué valor tiene la moneda que tienes en la mano.

"Monstruo traga-comida"

"Imogen, do you know what happens with the sink? It doesnt swallow the water since yesterday!"...le preguntaba a la madre uno de los primeros días en la nueva casa al ver que el fregadero no tragaba bien... a lo que me contestó con desconocimiento y me invitó a que esperaramos a Adrian "He likes this type of things, and he is very good with that".

Adrian llegó y con él la solución...¡sólo había que accionar el botón para que saliese el monstruo de la comida y se lo llevase todo!. No, no me estoy volviendo loco, para los que hayais vivido en Reino Unido o conozcais el tipo de casas que hay aquí, normalmente el fregadero tiene un dispositivo parecido a una trituradora que "se come" todo lo que le eches, con dos condiciones marcadas por Adrian..."Never bones" y "You must always run water".

Es algo que me parece práctico -no necesitas bolsa de basura para la comida- a la par que espantoso...tiene un ruido estridente y un movimiento brusco que me hace recordar a la película Gremlings y la escena en la cual uno de ellos es triturado por el monstruo. Por lo que yo, siempre que puedo, evito usarlo.

Luces ambiente y enchufes

Aquí también me comprenderán los que hayan vivido o hayan estado un tiempo en Reino Unido y estarán conmigo cuando digo que el tema de los enchufes aquí es...¡otro rollo!...a parte de tener más rendijas que los españoles...¡se pueden activar y desactivar! es decir puedes hacer que pase la electricidad o no, lo cual está fenomenal porque es muy seguro pero por otro lado si es algo que desconoces puedes tener la de "Esto no funciona ¿que pasará? -mientras te quedas atónito mirando el aparato y el enchufe-" más de una vez, hasta que reparas en el interruptor de al lado y ¡bravo, funciona!. Yo no me he encontrado en la situación pero me han contado que los ingleses creen que estamos loquísimos al no tener ese sistema de seguro.
Otro elemento "eléctrico" que llamó mi atención es los interruptores que te permiten regular la luz y tener un ambiente más relajado o ponerla "a todo volumen" para otro tipo de actividades, Para esto también tengo anécdota...cuando en uno de los primeros días me parecía ver la habitación un tono más oscuro al día anterior xD.




Horarios

Aquí seguro que tengo más de una persona de acuerdo conmigo aunque sólo haya pasado días fuera de nuestro país, sí hablo de los horarios o timetables...desayunar a las 7am, comer a las 12pm, cenar a las 7pm, dormir a las 22pm...es denominador común en todas las casas británicas...

Lo cual crea extrañas situaciones para los que venimos de otros países en las que te encuentras comiendo tu "abundante" comida a las 13 de la mañana, echando de menos el ratito de relas depués de comer -porque aquí no para el día ni para comer - o llamando "afternoon" a las 2 de la tarde y evening a las 7 (¡Cuidado para los au pairs...puede dar lugar a más de un malentendido,,,porque no es lo mismo salir de casa en el "afternoon" británico que en el español xD).

En definitiva, el ritmo de vida es distinto...la vida "se adelanta" para , seguramente, aprovechar más las horas de luz (porque anochece a las 4pm).

Os dejo foto de nuestro reloj, dueño y señor del tiempo y guía fundamental , como sabéis, de la vida cotidiana de los Osborne y la mía mientras esté aquí (¡cuantas miradas de reojo le dedico!...creo que piensa que le gusto).


Las "High street"

Es algo que no me llamó la atención significativamente (es equivalente a la "Calle Mayor" española) pero os lo quería contar como curiosidad.

La mayoría de ciudades y pueblos aquí tienen una high street y ¿sabeis porqué? (no me digais que no quereis saberlo, porque me destrozais la entrada xD), me lo explicó Imogen y es que parece ser que antes las ciudades y pueblos estaban divididas en dos zonas, para ricos y pobres (High and Low)...y en recuerdo a eso se mantiene el nombre en algunas calles. De esta forma no vale sólo con decir estoy en la High street tienes que especificar el pueblo o ciudad donde te encuentras (no menosprecieis el dato, para quedadas puede resultar importante).


Ese animal urbano...

Este apartado va dedicado a un amado u odiado animal presente en todas nuestras ciudades españolas que, porqué no decirlo, es un elemento importante en el entorno de una plaza, calle céntrica y da lugar a típicas "situaciones domingueras" en las que se les da de comer y que inspiran a más de una película. 

Si, estoy hablando, para quien aún no haya caído, de las palomas que aquí y en alguna otra ciudad de Europa son sustituidas en ocasiones por cuervos...si,si lo que oís...¿donde quedan los abuelos que dan de comer a las palomas en el parque? ¿donde queda el paso como un "superstar" por la plaza o calle cuando las palomas echan a volar?...¿podría ser sustituido por cuervos las escenas de las películas llenas de amor en las que un padre y una niña le dan de comer a la paloma? y no digamos de la paloma de la paz...¿el cuervo de la paz?...¿podría ser sustituido? ¡No lo creo!.

Los cuervos dan un ambiente siniestro que unido al tiempo inglés nublado y a veces con niebla, parece que estés sacado de un relato de Edgar Allan Poe.

Continuará

jueves, 17 de noviembre de 2016

La ciudad de las mil caras

Clásica pero a la vez moderna, bulliciosa y tranquila, frenética, majestuosa, real, ordenada pero caótica, llena de contrastes, multicultural, abierta, sorprendente, estructurada, cosmopolita, bibrante, diversa, amplia pero escondida, cultural, chocante y familiar a la vez, increíble, a la moda...su propia moda...ecléctica


Todos estos adjetivos pertenecen a un único lugar, un lugar tan especial a la par que inabarcable -pero es algo que me gusta en una ciudad...que sea tan grande que siempre puedas descubrir algo nuevo - estoy hablando (para los que aún no han caído) de, por supuesto, Londres.

Tal y como publicaba en una entrada en Facebook en mi primer viaje a Londres - allá por finales de Septiembre, donde la familia me invitó a un Rivertrip (os acordáis de la necesidad inglesa por poner nombre a todo ¿verdad?...pues eso) por el Támesis o Thames - "Aquí comienza lo que será una relación larga"...y es que así lo viví...siempre había estado enamorado de Londres - los que me conocen bien saben mis ganas por venir de siempre - pero era un amor platónico, como esos que tenemos en la adolescencia...algo que sabes que está ahí pero no puedes o no has tenido la oportunidad de alcanzarlo. Pues ese amor platónico se consumaba en el viaje del que os hablo en el que pude disfrutar de una breve pero intensa jornada viendo  la ciudad de una manera distinta.

Ese día conocí la parte más señorial y clásica del Londres a las orillas del río Thames, ví monumentos destacados como el Big Ben que se levanta señorial por encima del Parlamento...el London Bridge desde una perspectiva muy chula o la archiconocida abadía de Westminster, enclave también muy tradicional y protagonista de numerosos "reales" eventos - sí, aquí todo es Royal, hasta las papeleras tienen el escudito xD - fue un primer contacto bastante bueno, acompañado de las explicaciones de Adrian Osborne a los monumentos que nos ibamos encontrando, que me dejó con buen sabor de ganas y sobre todo de volver para seguir conociendo a mi nuevo amor.

Nuestras siguientes "citas" han sido acompañado de amigos, lo que me ha permitido conocer más caras de Londres...la siguiente vez después del Rivertrip fue una fría mañana de octubre en la que yo estaba nervioso como un niño pequeño...tenía muchísimas ganas de seguir descubriendo Londres y sus rincones y por fin iba a poder hacerlo. Pusimos rumbo a eso de las 10 de la mañana en, como no, nuestros ,amados también, SouthWest trains "calling at London Waterloo".

Al llegar a  Waterloo -que es la estación central de referencia para esta zona, como una especie de Atocha o Moncloa...- se me presentaba una imagen que iba a ser denominador común en las siguientes visitas...el London Eye imponente - por su altura - me da la bienvenida acompañado del Tamesis y, de fondo, el Big Ben y su majestuosa apariencia...¡ya estaba allí dispuesto a comerme la ciudad!. Aquél día descubrí ese Londres turístico y frenético, plagado de turistas - como yo- queriéndose hacer foto con todo lo que encuentran -como yo-, visitamos el Bukhinham palace, Saint James park y alrededores. Después nos detuvimos a la salida del parque decidiendo donde ibamos a poner rumbo y una de las personas con las que iba propuso ir a Candem Town, un lugar al que yo no estaba especialmente interesado en ir...me habían hablado mucho de ello, pero no tenía esa zona de Londres en la cabeza como un lugar de interés.

Así que pusimos rumbo a Candem cogiendo un bus - "eighty eight, calling at Candem Town" - y allí nos plantamos. Al bajar del bus viví otro momento mágico, de esos que te ocurren cuando viajas y descubres un lugar que te encanta, en el que te quedarías siempre y al que siempre quieres volver....ese es Candem Town, un barrio loco, pervertido, diverso, bohemio, a veces clásico pero rompedor, lleno de rincones para perderte y en cuyas tiendas puedes encontrar lo peor o lo mejor...en fin el resumen que utilicé al día siguiente al contarselo a mi hostfamily "I love Candem...you have everything in a place!!" creo que ilustra bien la esencia de ese barrio. Allí comimos y seguimos recorriendo sus callejas llena de sorpresas. Ese día también se me quedó corto, necesitaba más, quería descubrir más caras de esa polifacética ciudad.









Mi siguiente visita grande - porque he ido alguna vez entre semana pero a cosas concretas como el cine o a disfrutar de a Bonfire night que os conté resultó fallida, aunque pude disfrutar del Londres nocturno...¡me siguió enamorando!- sería un mes después acompañado de una amiga española y dos amigas suyas, en la cual nos deleitamos con los pasillos, salas y halles llenos de historia y relatos fantásticos del British museum, un recorrido por la historia de la humanidad...panteones y estatuas griegas, columnas romanas, utensilios del pasado etc...en el sitio que no le corresponde, pero oye ¡queda bonito! xD.

Tras pasar parte de la mañana allí - he de decir que entre relatos de lo que había pasado esos meses, no atendimos mucho a lo que veíamos...¡habrá que volver!- pasamos del más estricto clasicismo y seriedad histórica a , de nuevo, Candem y su perversión (en la foto uno de los grandes contrastes que me resultaron llamativos) esta vez aterrizando en una tienda "marciana" parece sacada de otro planeta, una mezcla entre lo moderno, lo robótico y lo tecnológico, todo junto para crear un ambiente extravagante y único, acompañado por música electro a todo volumen...¡una auténtica experiencia!.

Y es que Londres tiene de todo...a TODOS y PARA TODOS, la gente que habita en sus calles es lo más variopinta que te puedas echar a la cara...por la calle te encuentras con voces provenientes de todos los rincones del mundo, con todas las apariencias y estilos de vestir que te puedas imaginar, todos los estilos de música...lo cual es algo que me encanta.

Resultado seguramente de la globalización - palabra que suelo usar mucho y fenómeno social que me encanta - te puedes encontrar variedad de gente, ropa, idiomas, música...en un mismo lugar y en son de paz. Una pena que parte de la sociedad no lo vea como yo y surjan impedimentos como el Brexit que seguro hará de Londres una ciudad un poco menos multicultural y para mí con un poco menos de encanto.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Calor de casa

Y poco a poco, los cambios se van instalando en nuestras vidas dejando paso a una rutina mucho más relajada (cuidadosamente ensayada por Imogen los primeros días, para ajustar tiempos).

A las 7:00 suena mi despertador, 20 minutos más lo cual se agradece, y remoloneo un poco hasta las 7:10, momento en el que me levanto -pisando la misma alfombra, en otra habitación, eso sí- y bajo a la cocina a preparar el desayuno de Riley. Él suele aparecer unos minutos más tarde con alguna legaña en los ojos aún pero eso sí, ya cambiado con el uniforme del colegio...I think you can change clothes before have breaskfast, it will be better...decía la madre uno de esos primeros ensayos del tiempo en los primeros días en la casa. Se sienta en la mesa y come su desayuno.

Cuando le doy el desayuno es hora de atender a Flora, la cual tiene que tomar su desayuno - en el jardín - y andar un poco para hacer sus necesidades...si es popó tengo que salir pitando y recogerlo porque...cuidado con los sensibles con el estómago...corre riesgo de comérselo...sí, como lo oís, es un extraño gusto que Imogen rechaza profundamente, me lo ha manifestado alguna vez al hablar sobre la perra...I mean, I don´t like dogs that eats his own poop...It´s disgusting!!

Alrededor de las 7:45 Imogen y Riley ponen rumbo al colegio e Imogen después va a la piscina, con lo que yo tengo tiempo de ducharme, desayunar y alguna cosa más hasta que vuelve Imogen y me dice si hay compra o no, tengo que hacer algo y en definitiva la rutina de ese día.

Ejecuto mis tareas y, hasta que empiece el curso de inglés que finalmente será en Enero, suelo o ir al gimnasio -gestión aún en proceso ya que estoy comparando precios y distancias- o seguir con un curso online que estoy haciendo, como, etc. hasta que llegan las 15:15 aprox que tengo que salir a por el niño...y esta vez, nada de trenes, ni trasbordos...una larga y amena caminata de 1 hora en total (30 minutos ida y 30 minutos vuelta) acompañado de Flora, la cual el primer día estaba emocionadísima explorando el terreno y me llevaba ella a mí más que al contrario xD.

Cuando llegamos del colegio, sobre las 16:45 (gran diferencia con la otra casa, donde aterrizábamos a eso de las 17:30) podemos jugar unos minutos, hacer los deberes y tomar el tea relajadamente, después ya sabeis...TV time, story in bed y a dormir sobre las 20:00.

En definitiva, mayor calidad de vida que permite disfrutar mucho más de todos los momentos y un menor estrés para todos, lo cual no está nada mal...

Pero esa rutina se interrumpió la semana pasada al llegar el viernes, donde sobre las 18:30 de la tarde cogí un tren - como si de un avión vuelta a casa se tratase - a Oxford para encontrarme con mis primos Gema y Juan, su niña de 1 año y 10 meses, Isabella y los padres de él.

El viaje fueron dos horas, tuve que hacer un trasbordo pero no me importó, por primera vez en mi estancia aquí iba a ver a alguien que conocía...¡y de mi familia! con lo cual los nervios y las ganas de verlos hicieron que el viaje fuera como cruzar una calle.

A mi llegada a la estación me recogió el marido de mi prima, Juan, y su padre y al llegar a la casa donde íbamos a estar y cruzar el alfeizar de la puerta sentí calor (a parte de la calefacción xD)...un calor que me indicaba que de alguna manera estaba en casa, y sólo me bastó mirar hacia dentro y ver unos ojazos grandes marrones que me miraban inquietantes desde la puerta del salón, para terminar de confirmarlo ¡estaba con mi familia!...mi alegría no podía ser más grande al recorrer la casa- sí, ¡ya anda perfectamente!- con una guía muy pequeña pero muy especial, que me iba relatando -sí, ¡ya habla!- a quién pertenecía cada habitación y me iba mostrando su extraña manera de moverse por la casa- la bajada de las escaleras en plancha y boca abajo, no tiene precio-.


Después del tour, era hora de dormir para la pequeña y el resto pudimos disfrutar de una cena amenizada con anécdotas y relatos de lo que había pasado esos meses, no puedo describir el momento tan mágico que viví ahí...puede sonar extraño, pero me sentí en mi casa, en mi familia y con mi gente de nuevo y para mí, en ese momento, eso era el mayor regalo. Entonces me percaté de lo mucho que echo de menos a mi familia, a mis amigos y cuando me fui a dormir pude reflexionar un poco sobre ello...lo que valoramos "lo que tenemos cuando no lo tenemos".


Al día siguiente me desperté a las 7:30 con una pequeña voz que me llamaba desde el pasillo y finalmente fue a parar a mi edredón y después nos duchamos, desayunamos...¡con jamón serrano! y salimos a descubrir Oxford- me encantó, edificios clásicos, mucho college y mucho encanto- en un día bastante frío.

Sobre las 17:00 y con algo de añoranza por los momentos vividos que fueron intensos a pesar de no llegar a 24 horas, ponía rumbo a Londres donde había quedado con dos amigas de Godalming para disfrutar de la Bonfire night, que resultó fallida ya que a pesar de estar una hora delante del Big Ben y muriéndonos de frío no se dignó a aparecer por allí ningún cohete...pero eso sí,disfrutamos de las vistas nocturnas de Londres y es que ir allí, siempre merece la pena aunque resulte ser, para nada xD.


En fin, finalizaba un día de desconexión y "miniviaje a casa" que me dió fuerzas para continuar hasta poder disfrutar al resto de mi gente en Navidad.

PD: Os dejo una foto de un cartel en una mesa de un bar que me pareció una forma original y british (educada y con un toque de humor) de reservar una mesa.

jueves, 3 de noviembre de 2016

Un nuevo comienzo

Tras el paso del esperadísimo Half Term, el disfrute (o no tanto) de mi soledad en la casa con la única compañía de mi reina Flora así como mi nueva aventura en la cocina haciendo por primera vez lentejas (que reultaron ser un éxito entre los padres y Theo, Riley comió apenas dos cucharadas obligadas...You must eat some of them because Daniel has prepared it for us!, decía la madre) para la vuelta del viaje y amenizadas con el relato de algunas historias y anécdotas del viaje, volvía la normalidad a nuestras vidas...o quizá no tanto.


Al día siguiente llegaba aquello que venía rondando desde aquel 14 de Julio en el que tuve la primera entrevista con la madre...We will probably move in October to a village near Rileys school, which is nearer to London y que ha sido tema de más de una y de dos conversaciones entre los padres estos meses (les ha dado algunos quebraderos de cabeza la firma del nuevo inquilino)...llegaba la mudanza a una nueva casa para estar más cerca del colegio de Riley, fundamentalmente (sí a mi también me resulta extraño que decidan montar todo el follón casi exclusivamente para estar más cerca del colegio, pero es de admirar, la verdad...) pero también más cerca de Londres y, por lo tanto, del trabajo del padre...lo cual facilita más las cosas y nos permite llevar una vida un poco más relajada.

Ese día fue una locura, al trajín de los chicos de la empresa de mudanzas "Luxfords on the Weybridge" (que empaquetaron la casa en tres días...imaginaos la cantidad de cajas, creo que se podría construir otra casa sólo con las cajas xD), se le sumaba el vainvén de Magda (la mujer de la limpieza) dando los últimos coletazos a la limpieza general para que todo quedara estupendo para el nuevo inquilino y el frenesí del padre - la madre se fue por la mañana a llevar a Riley y a gestionar papeles- por controlar que todo estuviera yendo de la mejor manera posible. Entre todo eso yo ejecutaba algunas tareas que me mandaba el padre - limpiar las hojas del estanque de la entrada, tapar pintando algunas manchas en las paredes, etc...- y a despedirme de los rincones de esa mega-casa que me había acogido dos meses y a la cual ya estaba apegado de cierta manera.

El "magnífico día" no podía ser acabado de otra manera que con un "magnífico contratiempo" que hizo trastocar los planes de Imogen...¡¡¡¡TANTANTAAAAN!!!!...los hombres de la mudanza, que deberían haber sido cinco, fueron dos...lo que provocó que todo se retrasase y las cosas llegaran a la casa a las 19 horas (dos horas más tarde de lo previsto).




La ira de Imogen no tardó en aparecer soltando algún que otro That´s ridiculous!! That´s not the way we want to move!! al aire, pero todo pareció apaciguarse cuando, después de llegar del "Trick or treating", tradicional en la noche de Halloween con Riley - una experiencia la mar de curiosa, os dejo alguna foto- los hombres de la mudanza aparecieron y depositaron alguna de las miles de cajas que daban forma a la casa y que continuarían trayendo hasta dos días más tarde.

Parecía que todo marchaba, que por fin tras meses de espera llegaba el momento que estaban deseando, mudarse y comenzar una nueva (y más fácil) vida en otro lugar de Inglaterra, para ser más exactos Thames Ditton, un pueblo similar a Godalming, a las orillas del río Thames, a 30 minutos andando de Surbiton y a 20 escasos minutos en tren de Londres. Thames Ditton es, como he dicho, bastante parecido a Godalming, quizá algo más grande pero la verdadera joya - o al menos para mí- del lugar es Surbiton, que se acerca más a lo que yo conozco y me gusta para un sitio para vivir y para disfrutar del tiempo de ocio...es mucho más grande, tiene ese frenesí y movimiento de gente que me gusta y tiene muchos más recursos a los que acudir en distintas ocasiones...compras, tomar algo, simplemente pasear etc...





La nueva casa tiene tres plantas y un estilo mucho más inglés y es "menos increíble" que la otra casa...What do you think about the house? - me decía el padre la primera noche- Well, I love the other house but this is not bad... - le respondía entre risas- está renovada por dentro lo cual le da un aspecto moderno y goza de todas las comodidades como no podía ser de otra manera tratándose de los Osborne. El auténtico puntazo de la casa es mi habitación (en el tercer piso únicamente junto a la habitación de Theo) abuardillada y ¡con baño propio! -que tengo que compartir con Theo, pero únicamente los fines de semana-lo cual me da muchísima más independencia.




















Con esto, doy por iniciado "un nuevo comienzo" en mi aventura, un punto y a parte en mi estancia en Reino Unido que hace que vuelva a tener esa sensación del principio de no encontrar mi hueco aquí pero que seguro se irá mitigando a medida que explore la nueva zona y conozca gente. Un nuevo comienzo que me da, por un lado, más cosas a echar de menos - Madrid y Godalming, mi familia y amigos de Madrid y mis amigos en Godalming, mi casa y la mega-casa de Godalming etc...- pero, por otro lado, la oportunidad, de nuevo, de conocer otras cosas, poder viajar más barato y más rápido a Londres, conocer más gente...en fin, creo que la balanza se decanta por el extremo positivo, así que...¡A POR ELLO!.



PD: Os dejo fotos de una cosa que he descubierto y me ha encantado... tiendas de ropa, comida etc. "benéficas" que supongo donaran parte de lo que ganen a distintas causas, os informaré más sobre ello.