domingo, 27 de agosto de 2017

"La Pasión" según Daniel

Como si de la Pasión de Cristo se tratase, llegó mi particular "pasión" en la llegada de las últimas 72 horas " aupairizadas " junto a los Osborne. Sin embargo estas no estaban protagonizadas por un ser que haría historia...sino por mí, no estarían localizadas en Jerusalem...sino a unos cuantos kilometros alejados de allí, en Reino Unido y el objetivo fundamental no sería salvar - supuestamente - la humanidad...sino volver de forma definitiva a España y terminar mi aventura "tomando leche a pairizada".

Mis últimas 72 horas coincidieron con la vuelta de los Osborne de sus vacaciones, que - como os inidicaba en la última entrada- se alargarían, nada más y nada menos, que 20 días y su destino era Nueva York y algunas ciudades alrededor de la misma. 

Tras dos días en los que Flora y yo volvimos a ser reyes consorte tras la marcha de mis tíos y, sin embargo, las tareas distaban mucho de ser " reales" - ya que me dediqué , casi por completo, a la puesta a punto de la casa para que esta estuviese lo mejor posible para la vuelta de sus verdaderos "reyes" - , llegaban muy tempranamente (a las 7 y media de la mañana) adelantando media su hora esperada de regreso, el domingo 20 de Agosto.

Sonó el timbre y un "yo" todavía medio dormido y recogiendo el "regalito" mañanero que siempre le regala Flora, se dispuso a abrir la puerta y encontrarse un emocionadísimo Riley que entonó un DAAAAAANIEL!!!! - ya típico de los reencuentros con él-  y unos Imogen, Adrian y Theo con un jet lag que aún se les adivinaba en la cara. Lo cual hizo que tras las preguntas de cortesía : How was everything / ¿Cómo ha ido todo? o Did you have a good time / ¿Cómo lo has/beis pasado?  - recíprocas -  decidiesen irse a la cama y encargarme una tarea improvisada: quedarme con Riley mientras intentaban quitarse el jet lag de la forma más rápida...durmiendo.

Por lo que así hicieron, marcharon a la cama sin perder ni un minuto más y Riley y yo comenzamos lo que sería una de las últimas play times /hora de juego . La cual empezó con la repartición de regalos (anticipada para él y con el objetivo de poder disfrutar en esa mañana de los regalos) con motivo de mi despedida...un kit completo de fan de Harry Potter con varita, bufanda, corbata, gorro y muñeco Funco Pop, incluidos..., que trajo la amiga de mi madre de España, hizo sus delicias y le animaron a empezar a jugar con ello de inmediato (os dejo en vídeo la reacción al ver la varita). Guerras de varitas customizados con la corbata, gorro y corbata que acababa de adquirir fueron el "set" principal del juego en aquella manana con el argumento de ,como no...Harry Potter.





No obstante los Osborne no se hicieron de rogar y " amanecieron" ,por segunda vez en aquel día, pasadas las 12 del mediodía y algo más despejados...momento en el que yo aproveché para disfrutar mi domingo y hacer la última caminata a Kingston,en la que (al igual que hace justo un año hacía en Torrejón) me iba fijando en todos y cada uno de los detalles del camino como si quisiese retener todas las imágenes en mi pupila, tal y como son en la realidad, para recordarlas una vez estuviese en mi casa.

Una vez allí hice las últimas compras de regalos de despedida para la familia y quedé con algunos amigos para mi despedida definitiva esa que, viviendo las despedidas del resto de mis amigos, creía que nunca llegaría...pero llegó. Sin embargo unas "pintas", la puesta punto de proyectos a la vuelta y algunas historias de las vacaciones (de aquellos que ya las habían pasado) no eran suficientes para decir adiós...nada lo era y más tratándose de un adiós que posiblemente fuese rotundo, salvo con algunos con los que sabía que me encontraría en Madrid. Nada era suficiente, pero tuvo que serlo...abrazos, besos y mi ya tradicional sé feliz y un posible nos vemos pronto marcaron el final de mi vida social en mi experiencia "au pairizada".

Tras eso y con un nudo en la garganta que siempre me producen las despedidas y he experimentado muy bien este año, me dirigí a mi casa en un camino parecido al del Calvario - siguiendo con el símil de la Pasión -  debido a las inclemencias meteorológicas en forma de lluvia, que aunque no era muy fuerte, lo era lo suficiente para no dejarme disfrutar la última vuelta a casa.

El día siguiente - un día antes de mi vuelta -  se presentaba de emociones, ya que se produciría mi "relevo" al siguiente au pair de la familia...Carlos - con el que ya había tenido algunas sesiones de Skype y pintaba como un "fichaje" bastante bueno - y además también estaría Sergi, mi predecesor y "hombre de consejos" durante los primeros meses inexpertos de la experiencia, el cual pasaba unos días de vacaciones en Reino Unido y venía a visitar a la familia, por lo que se produciría el "Au pair fest", como Imogen lo denominó cuando calló en la mezcla de tres generaciones de Osborne aupairs bajo el mismo techo...¡¡la emoción estaba servida!!.

Aquel día Riley amaneció tarde, producto del jet lag y su necesaria recuperación, ya que el día anterior había sido el único de la familia que no había hecho la siesta mañanera y había preferido jugar conmigo, por lo que le dieron, de forma única en toda mi estancia en la casa,  las 9 y media de la mañana. Lo cual me vino de perlas ya que aproveché toda la mañana para recoger la habitación  - finiquitar la maleta, pasar la aspiradora, quitar los últimos trastos acumulados durante el año, fueron algunas de las tareas - y dejarla lista para recibir a un nuevo inquilino horas más tarde.

Tal y como me había dicho Imogen el día anterior, ella y Carlos cruzaron el dintel de la "mansión Osborne" a eso de las 10 y media de la mañana. Momento en el que me recordé a mí mismo mi primer día un año antes cuando todo era nuevo y extraño para mí . Por lo que esa forma de empatizar, viéndome reflejado en él, me motivo a hacer a Carlos el día más agradable y que se sintiese en casa desde el primer día. Así que intenté "hacer de sombra" todo lo que pude y a cada comentario de Imogen, Riley - que se mostró en su mejor faceta y con muchas ganas de enseñarle todo, lo que hizo que hablase rápido mas de una vez y su entendimiento fuese complicado-  o Theo estar detrás para ver si lo entendía o no.

Así mismo " ensayamos" algunos de los juegos favoritos de Riley (para que la continuidad con ellos fuese más fácil) e hicimos un recorrido por los sitios más concurridos en la vida "au pair" de la familia Osborne en Thames Ditton y Surbiton...en definitiva, un "curso expres" Osborne de un día que finalizó - por  y el exceso de gente y emociones, sobretodo por parte de la Riley, - a eso de las 4 de la tarde cuando fuimos la tropa compuesta por: Theo, Riley, Carlos, Flora y yo a buscar a la estación de Thames Ditton a Sergi, mi predecesor.

Recibimiento muy entusiasmado por parte de Riley y Theo, cargado de abrazos y besos - en un primer momento - e historias nuevas de este año - más tarde- , recibimiento al que luego se uniría Imogen con un alegre y entusiasmado SEEEERGI!!!! , un How is everything? Did you carry only this bag for the whole trip? / ¿Como va todo? ¿Has llevado esa mochila únicamente para todo el viaje? y la posterior petición a todos de la "foto de familia au pairizada" de Theo y Riley con los tres au pairs de la familia que en ese momento se concentraban bajo las mismas paredes.



Tras ello, había que recuperar el tiempo pasado con Sergi por lo que los juegos se centraron en él y en recordar "viejos tiempos" juntos a los que Carlos y yo nos unimos. En medio de ese "caos" emocional - con Riley al borde de un ataque de nervios y de felicidad-  y de juegos - pasábamos de uno a otro en cuestión de segundos...¡¡¡¡había que hacerlo todo!!!!-  llegó Adrian y su también entusiasmado recibimiento a Carlos y Sergi. 

Su llegada , como cada día, marcaba la hora de la cena, la cual era de gala...¡¡como para menos!! Y se localizó en el comedor principal y con una mesa rebosante de gente, como en "la última cena" - ya que a los recién bienvenidos Sergi y Carlos se le unió Riley que ese día era merecedor de estar con todos- , incluyendo el pan y el vino...como buena cena " Osborne" que era.

Disfrutamos unas salchichas con verduras (que Imogen preparó especialmente para mí) y se produjo la repartición de regalos a Theo, Imogen y Adrian que me quedaban. Tampoco era suficiente para decir adiós, un adiós -como el de mis amigos- seguramente definitivo...pero, de nuevo, tuvo que serlo. Un sujetador de vinos para la pareja , un termo para Theo  y una carta de despedida con collage incluido (que desató al risa y emoción de la familia) - fueron los objetos elegidos para mi "recuerdo" en la casa.

Después de la cena tan sólo quedaba una noche, una noche en la que se produjo la última bed time story / historia para ir a la cama, con Riley y en la que, como siempre, terminó insatisfecho y con ganas de más (si no no hubiese sido una historia normal) y, tras la despedida a Theo y Adrian y su última broma (hacia Sergi y a mí) con su humor fino...You were a fantastic au pair and you...well you were good but...baaaah! / Has sido un au pair fantástico y tú...bueno fuiste bueno pero ¡baaaah! -seguida de unas risas- así como la marcha a la cama de Imogen, disfruté de una charla de una hora con Sergi compartiendo experiencias antes de irnos a la cama.

Todo esto pasado, tan sólo quedaba una noche...una última noche para decir adiós, adiós a una experiencia que ,desde el primer minuto, prometía "dejar poso" en mí en forma de, mucho más, que objetos que cabían en mi maleta: regalos, souvenirs, ropa, panfletos de todos los lugares visitados, manualidades con Riley, cartas de felicitaciones de Navidad, gracias, cumpleaños etc. ¡Y lo dejó! más allá que todo eso, me llevo en "la mochila del au pair" aprendizajes, valores, personas, sentimientos encontrados, risas, momentos...¡y mucho más!.

Con todo ello en mis tres maletas y en mi mente, ambas dos a rebosar, me tomé mi última leche AU-PAIRizada la mañana del martes 22 de Agosto e Imogen y yo nos dirigimos al aeropuerto entre confesiones sentimentales con la herencia de su madre y con la sensación, por mi parte, de dejar (de nuevo) mi vida y mi casa atrás. Llegados al aeropuerto, se produjo el último adiós acompañado con un You will always have a home in United Kingdom / Siempre tendrás una casa en Reino Unido, que me dió un pellizco en el corazón y me anticipó lo mucho que iba a echar de menos todo aquello...¡quién me lo diría un año antes!.

Tras pasar las puertas de seguridad del aeropuerto de London Gatwick y dirigirme a las puertas de embarque acabó oficialmente mi aventura "aupairizada"...en Madrid me esperaban mis tíos (a las puertas de salida), mucha más gente (repartida por los alrededores de Madrid) y proyectos nuevos que me apetecen "muy" mucho. A sabiendas de todo ello, sé que el inicio será duro, pues ahora me toca "readaptarme" a mi vida anterior, una vida en la que vuelvo a ser extraño y tendré que encontrar al Daniel "madrileño" de antes (y seguro que mejorado con todo lo aprendido durante este año).

De nuevo (y por última vez) me dirijo a todos vosotros para daros las gracias por, nada más y nada menos que estar ahí y regalarme un trocito de tiempo en vuestras vidas durante este año...¡nos vemos/leemos seguro que muy pronto!.

domingo, 20 de agosto de 2017

Sí,sí...¡a ti!

Sí, sí...¡a ti!, a ti que has sido protagonista de este blog en alguna de sus entradas por haber compartido momentos de esta experiencia conmigo "aquí" o "allí", a ti que has seguido paso a paso mi andadura...que has dado a "Me gusta" en Facebook a alguna publicación de entrada, has publicado algún comentario dándome ánimos o diciendo lo mucho que disfrutabas leyendo las entradas, a ti - que aunque no hayas hecho nada de lo anterior-  estabas siempre "ahí" detrás del ordenador/móvil (u otra plataforma) atento/a de lo que pasaría la siguiente semana...incluso a ti que has pasado de "chiripa" por el blog y te has interesado mínimamente en mi entreteniéndote un rato leyendo...

Antes de finalizar esta aventura y ,por lo tanto, dar "carpetazo" a este blog me he sentido con la necesidad de dirigirme a TI para agradecerte por todo lo que (quizá sin querer) has hecho por mi...gracias por seguirme y leerme en cada una de las más de 40 entradas, por darme ánimos en los momentos más difíciles (que -como sabes y por desgracia- "haberlos haylos"), por darme ideas para mejorar, por transmitirme tu cariño y admiración, por posar para alguna foto "para el blog", por interesarte por mi,...

Quizá sea "un topicazo" pero créeme cuando te digo que este blog no hubiese sido posible sin ti, sin todos aquellos que habéis contribuido a él, tomando distintos roles : como protagonistas o desde vuestra casa visitándolo y, con esto, dándome ánimos para seguir escribiendo semana tras semana. Y con ello, seguro que habéis sentido que "tomabais" leche AU-PAIRizada conmigo, que habéis cuidado de Riley y conocido de cerca a los Osborne y sus rutinas, habéis viajado, habéis conocido lugares y gente múltiples, habéis aprendido, habéis cocinado (y un largo etcétera), en definitiva habéis sido una parte esencial de Leche AU-PAIRizada.

Y es eso, precisamente, lo bonito y mágico de todo esto...más allá del blog, de la experiencia, de los viajes, los lugares...quedan las personas y eso es eterno. Así que sólo espero que, seas quien seas, continuemos ese vínculo que hemos creado a través de Leche AU-PAIRizada a lo largo de este año.

A ti...¡sí a ti! esta entrada te la dedico especialmente y de nuevo e incansablemente te digo...

¡¡GRACIAS!!




PD: He creado este mosaico para la ocasión...mola ¿eh?, te dejo este enlace para que juegues con el zoom y descubras alguna sorpresa...¿te ves? ;)

viernes, 18 de agosto de 2017

"La vuelta a la tortilla"

El reinado de Flora y mío no tardaría en verse abolido por visitas varias que hicieron más amena la estancia en la mansión Osborne. Tan sólo dos días más tarde de la marcha a "las Américas" de la familia Osborne al completo y tras visitas nocturnas de amigos que aún trabajaban con sus respectivos hostchilds, llegaba la primera de las visitas...¡¡mis padres y mi hermana!!.

A eso de las 9.30 de la mañana del día 5 de Agosto - y con algo de retraso típico de los vuelos - se produjo un reencuentro diferente...ya que en este no era yo el que pisaba suelo madrileño tras varios meses sin hacerlo, si no que me encontraba en el otro extremo de la puerta de Arrivals/Llegadas de la Terminal Norte de Gatwick esperando (con algo de nerviosismo) a mis padres y mi hermana.

Reencuentro pasado -incluidos besos y abrazos - nos dirigimos a la Terminal Sur a bordo del tren que conecta ambas terminales, lugar en el que se produjo el primer incidente de la mañana (resultado de la excitación y las ganas de contarnos cosas) en el que mi padre fue protagonista dejándose una bolsa en el tren. Sin embargo todo quedó en un susto cuando me dí la carrera hacia el tren y allí la ví solitaria y esperando a ser colgada del hombro de mi padre de nuevo, así que rápidamente la cogí - como si a aún alguien le entraran ganas de cogerla- y me dirigí a encontrarme de nuevo con mis padres. Una vez juntos nos dirigimos a la primera parada para hacer la compra: Surbiton, trayecto en el cual se dio el segundo (y último...por fortuna) incidente. Esta vez fui yo el protagonista y provoqué que el viaje se alargase un poco más equivocándome de tren.

No obstante llegamos sanos y salvos - aunque no fuese en hora - e hicimos lo que parecía la compra del mes para los Osborne resultado de la exageración de mi madre, la cual alucinó con las cantidades y precios de la compra inglesa. Anyway / En cualquier caso, improvisamos el menú de los próximos días y marchamos a casa en taxi (por el volumen de compra y la distancia a casa) donde nos preparamos un tentempié y marchamos - de nuevo-, pero esta vez destino Londres y para "empaparnos" - ellos por primera vez y yo tras unas cuantas veces- de lo "básico" de la ciudad...Big-ben, London eye, Trafalgar Square, Chinatown, entre otros "básicos".

Pero el cansancio llamó a "nuestra puerta" - ellos llevaban desde las 5 de la mañana en pie y yo desde las 6 - y tras una suculenta comida con manjares británicos tales como Fish and chips o steaks with peas nos dirigimos, de nuevo, a London Waterloo para volver a casa y descansar. Una vez allí y antes de descansar aún quedaba algo importante...¡celebrar el cumpleaños de mi padre!, así que eso hicimos...sacamos las velas y mi primer brownie (bueno, pero con algo de exceso de horno), cantamos el tradicional "Feliz cumpleaños", pero esta vez con acento español que extrañaría la casa e hicimos la ,también tradicional, entrega de regalos (¡otro que tuvo un cumpleaños diferente!).

Al día siguiente me desperté con un extraño olor a casa y, tras ello, me temí lo peor (o lo mejor, según se mire)...efectivamente, ¡mi madre había invadido la cocina!. Bajé medio dormido de mi habitación y me encontré con un festín de ollas y sartenes con suculentos manjares en su interior entre los que se encontraban: pollo con verduras o salchichas al vino - despliegue de recetas para ahorrarnos hacer comida los días posteriores...¡que haríamos sin la planificación materna!. Después de la "mañana de olores", tocó conocer mi zona -que también tiene su encanto - así que gracias a Imogen ( la cual me dejó su tarjeta Annual Membership para familias en las que puedes acceder gratuitamente a ciertos palacios y atracciones de Londres ) nos zambullimos en la historia de Enrique VIII en Hampton Court palace, visita que yo ya había hecho pero se revalorizó visitando hasta el último rincón y con los comentarios "en la nuca" de mi hermana (la cual tiene examen de Historia en Septiembre) sobre las conexiones entre la realeza española y británica de la época.















Después, disfrutamos de un relajante viaje de ida y vuelta en barco hacia Kingston y nos deleitamos con una "reinvención" de mi madre de sopa de verduras y noodles, así como pollo guisado con verduras (como segundo plato) que hizo nuestras delicias y me llevó a casa por unas horas , una vez más ese día (culinariamente hablando).

Al día siguiente la visita se agrandaba, la casa se llenaba de gente con dos huéspedes más ya que se unían a la "aventura familiar" una amiga de mi madre y compañera de su trabajo y su hijo Santi, el cual es fan incondicional de Harry Potter (como yo) y vería uno de sus sueños cumplidos dos días después al acudir a los estudios de las películas días después. Día en el que se produjo división en dos grupos: mis padres y su amiga se dirigieron a la aventura -que...¿porqué aventura?, porque ninguno sabía de inglés pero ¡lo importante es el espíritu! (y eso les sobraba) - de seguir disfrutando de lugares míticos en la capital británica como Buckingham palace, Harrods, entre otros...mientras mi hermana, Santi y yo nos sumergíamos en el mundo de Harry Potter por una tarde, ¡y qué tarde!...

Fue una de las visitas que más disfruté en toda mi estancia en el Reino Unido...volví a mi infancia entre sets de rodaje, vestidos, caretas, robots, figuras y demás elementos utilizados en las películas de Harry Potter, esas que una vez inspiraron - y lo siguen haciendo en alguna ocasión...- más de un juego, fantasía e historia en mi cabeza. Desde su inicio a su final disfruté del tour que me llevó desde la famosa casa en el número 5 de Privet Drive (donde la historia comenzó) a bocetos de como el dibujante de turno imaginó la Batalla de Hogwarts en la última película, pasando por la majestuosa maqueta del castillo - estancia que posiblemente más me llamó la atención, dejándome sin palabras - el set del Callejón Diagon o el Bosque Prohibido...AMAZING!!!!/¡¡¡¡INCREÍBLE!!!!.

Extasiados por lo que acabábamos de ver y algo cansados por las -casi- cuatro horas de recorrido, volvimos a casa donde nos encontramos con más historias aún, pero estas no estaban protagonizadas por la magia ni las criaturas fantásticas si no por nuestros padres y sus aventuras en la capital para afrontar el transporte público así como encontrar los lugares que les interesaba visitar, aventuras que les llevaron a descubrir la cantidad de gente española - o que hablan castellano - en Londres, así como la cantidad de perfumes que se pueden "llevar puestos" en un día (imaginaos el festival de "olor" que teníamos aquella noche en la mansión Osborne), el sabor y "efectos" de la cerveza negra de un pub cercano a mi casa, entre otras cosas...Después de una cena llena de historias tan sólo bastó un juego con las grajeas de sabores (que mi hermana había comprado en los estudios de Harry Potter) que provocaron algún que otra cara rara o vómito al descubrir sabores tan "apetecibles" como mocos, tierra o cera de oídos...para retirarnos a descansar y prepararnos para un día en Candem Town (destino obligado de todas mis visitas).

Mencionado día que empezó y se desarrolló de lo más "ingles" con lluvia y frío constante, lo cual hizo que la visita perdiera bastante encanto. Aún así sudaderas, pantalones, mochilas etc...circularon por nuestros ojos y acabaron siendo nuestros.

Tan sólo quedaba una cena antes de la finalización de la visita familiar...una visita que me dejó algunos momentos curiosos en los "sentidos" como oír a mi madre llamar a mi hermana por la mañana igual que lo hace Imogen con Theo, deleitarme con los platos y sabores de la gastronomía de mi madre en el lugar que para mi ya era mi casa pero que nunca me había dado aquellos sabores que siempre tenía en mi verdadero hogar, "jugar" a vivir mi vida familiar de siempre en otro lugar o recorrer aquellos lugares que para mi ya son usuales con gente a la que tanto había tenido en mente al recorrerlos con anterioridad.

Y de esta forma, finalizó la primera visita, a las 8.30 de la mañana tras las puertas de seguridad del aeropuerto de Gatwick y con un adiós que me dejó un nudo en la garganta como siempre pero esta vez con la idea de que en muy poco tiempo volvería a tener todo aquello que dejé hace un año y, entre ellos a mi familia.

De nuevo llegó la soledad de Flora y mía, soledad que, sin embargo, se alargó poco en el tiempo, ya que tras un día que sirvió para comprar algunos ingredientes para la comida, cambio de sábanas y toallas así como la preparación de un nuevo brownie (para intentar superar al anterior y su exceso de horno y deleitar a mis nuevos huéspedes), llegaron al día siguiente mi siguiente visita...¡¡mis tíos/padrinos!!.

Con los cuales la visita se tornaba distinta ya que ya habían estado en Londres por lo que la visita sería más relajada y con la posibilidad de descubrir juntos algún sitio nuevo en la zona donde vivo. Por lo que así hicimos...tras relajarnos tomando algo en el jardín y ponernos mínimamente al día (ya que las llamadas de Skype hacen que los encuentros en persona se "descarguen" de puestas al día) nos dirigimos a conocer Kingston, así como el Whetherspoons donde disfrutamos de una -abundante siempre- comida para después volver a descansar a Villa Osborne.

Al día siguiente la visita - y la tarjeta Annual Membership de Imogen la mar de rentabilizada- nos llevaron a Hampton Court Palace y a sumergirnos en sus"reales" historias. Todo iba a pedir de boca, el tiempo nos estaba dejando unos días excelentes tras el temporal que había pasado en la visita de mis padres, hasta que llegamos al laberinto - en el cual me sigo perdiendo a pesar de haberlo hecho...¿5 veces? - donde nos llamaron la atención por estar utilizando una tarjeta de otra persona - muy educadamente, eso sí - y nos advirtieron no volver a hacerlo (- Bueno, al menos han pasado el resto del palacio y mis padres pudieron hacer la visita completa - pensé en ese momento con un poco de miedo aún por si la "pillada" tendría alguna consecuencia para Imogen).

Tras el pequeño contratiempo hicimos el (tradicional ya) viaje en barco hacia Kingston "post-chute histórico" y volvimos a casa a empezar nuestro maratón nocturno de películas que se continuaría el resto de películas y que, a veces, terminaban con los tres dormidos en el sillón y con una cabeza que se levantaba desvelada, se daba cuenta de la situación y llamaba al resto para irnos a la cama (cuando la calidad de la película era mejor, la cosa cambiaba...).

El tener tiempo te permite hacer más cosas a parte de visitar una ciudad como es Londres en esta caso y, por ello, nos pusimos deportistas y salimos a correr a la mañana siguiente al magnífico e incansable (para visitar) Bushy park, salidas que nos dejaban "en una nube de relajación" que el domingo nos llevó a realizar mi última - sin quererlo y ser consciente - visita en la experiencia a Candem Town, esta vez con un sol radiante que nos dejó disfrutar del mercado de comida - donde ingerimos el mayor perrito caliente que haya visto -  y ropa - con incursión y conocimiento más en profundidad de mi tienda favorita del lugar (Soot and Ty)- en todo su esplendor, así me despedía de mi zona favorita de Londres con mis tíos y con un sol de espanto (¿para qué más?).

Sin embargo el lunes el ejercicio mañanero nos animó a quedarnos en casa - incentivado por la visita de la cleaner, para la que tenía que estar presente en casa - y aprovechamos para cocinar y ¡como no! la receta debía ser española y, más en concreto, debía ser una de las especialidades de mi tía Merce...¡la paella!. La cual, a pesar de no tener la calidad de ingredientes que en España - colorante, gambas que saben a gambas, entre otros...- salió bastante buena y pudimos deleitarnos con ella en el jardín.


La tarde la pasamos entre "cortes de pelo", "piques al ping-pong" y series varias, para desembocar en el maratón de películas que esa noche fue exitoso y quedaron -al menos- dos "cabezas despiertas". El día siguiente (y sin sesión de running) nos embarcamos -nunca mejor dicho - en el Cutty Shark con su visita en el barrio londinense de Greenwich -recomendada visita por Adrian Osborne-. Disfrutamos de la facultad de navales, el mercadillo y una comida en una plaza céntrica del barrio. Después tocaba despedida (también sin quererlo) a la zona céntrica de Londres, adiós al Big Ben y al London Eye, monumentos que me han servido de referencia este año al llegar a un siempre abarrotado Waterloo, adiós a dos monumentos que han significado más que eso para mí...símbolos de una ciudad que considero ya...mi segunda casa.

La segunda "vuelta a la tortilla" y visita iba acabando y con ella mis días en Reino Unido, hecho del que fui un poco más consciente esa noche al irme a la cama - quizá por la lucidez con la que me fui ese día, producto de no dormirme con la película - ...¡¡una semana para despedirme de todo aquello!!.

Rematamos la visita redonda ( por su compañía, tiempo y vistas) el jueves con una comida a orillas del Támesis en "The Albany" y la última despedida en Reino Unido se produjo esta vez en el andén de la estación de Thames Ditton dirección Surbiton y con un beso y abrazo que esta vez sabían que no tardarían mucho en volver a encontrarse.



Así finalizaron mi "vuelta a la tortilla" particular y visitas en las que he "fusionado" elementos de mis dos vidas aquí y allí...visitas, visitas a las que tengo que agradecer nuevamente haber dedicado ese tiempo a venir a verme y haberme dejado tan buenos momentos que superarán esta experiencia y se quedarán siempre en mi retina, oídos, manos...e incluso boca...¡gracias, gracias, gracias!.

viernes, 4 de agosto de 2017

Los "últimos" AU-PAIRizados

ÚLTIMO/A...una palabra muy rotunda, una palabra de la que creo que no somos totalmente conscientes de su significado al pronunciarla, de su rotundidad, su connotación definitiva, su carácter tajante...y la utilizamos como si tal cosa en cualquier conversación en la que -con una connotación nostálgica- quizá queramos enfatizar -más que nada- ese momento, disfrutarlo, vivirlo intensamente y en cada uno de sus segundos...quizá por eso la "mal-usemos" tanto.Sin embargo hay momentos y circunstancias en los que -unido a ese carácter nostálgico- utilizar "último" es muy legítimo, correcto y la mejor manera para enfrentarlos. Una de estas situaciones es el final de una experiencia como la de vivir en el extranjero y, en mi caso, ser au pair en una familia inglesa. Una experiencia que en mi caso está cercana a su fin, cada vez más cerca del objetivo final, más cerca de la "isla prometida" que os hablaba en una entrada y con todo ello, se suceden continuamente "legítimos últimos".

Entre esos "últimos" se encuentra la última semana de experiencia que se me adelantó de la noche a la mañana allá por el mes de Mayo cuando Imogen me informaba en una conversación de sus próximas vacaciones de verano...We will go to New York on August, probably from the 4th to the 18th!/Iremos a Nueva York en Agosto, probablemente del 4 al 18!, lo que dejaría (después del viaje) dos escasos días para despedirme de la familia y partir definitivamente a España. Lo que provocaba que el ser au pair finalizase , prácticamente, 20 días antes de abandonar Reino Unido.

Como he dicho antes los "últimos" se suceden por doquier y más en mi última semana "adelantada" que estuvo protagonizada ,en primer lugar, por la última visita a Godalming (mi primer destino allá por Septiembre del 2016) y donde vivía mi hostfamily hasta Noviembre del mismo año.
Un pueblo y una gente (los primeros que conocí a mi llegada a Reino Unido) que, como siempre he dicho, guardaré siempre en mi recuerdo de una manera especial, por ser el pueblo que me acogió en el principio y en el que viví la etapa más intensa de la experiencia...esa en la que estás conociendo y tomando contacto con todo lo que te rodea y te rodeará en el próximo año. Una cena con "los de siempre" ( aquellos que llegaron antes o por la misma fecha que yo al Reino Unido y compartieron mi estancia desde el principio) y algunas otras caras nuevas (que se han ido sumando a lo largo del año), una estancia en la cottage de mi amiga Paula (uno de los primeros sitios que visité a escasos cuatro días de estar aquí) y un paseo para disfrutar, de nuevo, de las vistas de Guildford así como una comida en la parte superior de un centro comercial - sitio al que siempre íbamos por la variedad de comida y el precio reducido - bastaron ( o mejor dicho no bastaron, pero no había más tiempo...) para decir adiós a todo aquello que me recibió en Reino Unido, podríamos decir que fue un...¡adiós al hola!.


También en esa última semana se produjo la "última recogida" a Riley...pero no del colegio (el cual terminó hace ya casi un mes) si no de un campamento de cricket que pintaba muy bien pero no precisamente en términos de distancia, ya que el campamento se encontraba a aproximadamente 50 minutos de la casa - por su puesto, distancia maquillada por Imogen...You will take around 35 minutes/Te llevará 35 minutos... (menos mal que no la hice caso y salí antes...ya me la conozco).

Lo que hizo que la "última recogida" fuese algo más intensa de lo normal y con un Riley que cada 5 minutos me pedía coger un bus, preguntaba cuando llegaríamos y se quejaba por el calor (sí, ese día precisamente apretó bastante...). No obstante disfrutamos de mi "lugar favorito de la zona", el Bushy park y de algún ciervo que se paseó correteando por el mismo y, finalmente, llegamos a casa tras una hora y media de recorrido (ralentizados por el paso de Riley) y en la cual Riley se "tiró" directamente al sofá y se proveyó de un ice lolly o polo y permaneció allí al menos 10 minutos de la tarde.

También se produjo el último día en la charity-shop "Cancer research" de Kingston en la cual hago voluntariado desde hace dos meses aproximadamente y me ha permitido explorar mi faceta de cajero además de seguir practicando mi inglés atendiendo a la gente que acude a diario. También con esta experiencia he podido vivir más de cerca la realidad del funcionamiento y el día a día de este tipo de tiendas que me llamaron la atención desde el principio de esta experiencia. Una realidad que desgraciadamente y ,desde mi punto de vista, no sería posible en España dado a nuestra poca tendencia a la donación de ropa y comprarla de segunda mano, pero ¡quién sabe!...¡todo se andará!.

Por supuesto, como en toda semana...en esta última, tampoco podía faltar el fin de semana, el que - como ya la mayoría- estuvo protagonizado por una nueva despedida y las ganas de estar juntos y hacer los máximos planes posibles en los últimos días de estancia de esa persona. La cual además se encontraba sola en su casa -porque su hostfamily ya había partido de vacaciones - lo que dio juego de sobra para organizar lo que acabó siendo un "Gran Hermano AU PAIRizado" improvisado durante el sábado, ya que después de un viaje en barco de Hampton Court a Kingston (donde compramos los suministros alimentarios para el evento) nos enclaustramos en la casa de la que se despedía y nos dedicamos a deleitarnos con manjares culinarios...empanada, carne con verduras, tortillas, salmorejo, brownie...hicieron nuestras delicias en ese día. El cual finalizó con una sesión de juegos como el jungle speed o el - clásiquísimo - "tinieblas" y una sesión de cine.

Con el objetivo también de seguir con los "últimos" y las despedidas, el domingo decidimos "nominarnos" conjuntamente de la casa de GH AU-PAIRizado y dirigirnos a Londres a hacer , poco más y poco menos, que acompañar a nuestra amiga en su despedida de la capital británica.

No obstante, yo decidí separarme del "pelotón" por la mañana y visitar uno de mis más deseadas atracciones en Londres...el Madame Tussauds -sí, no me digáis porqué me atraen los museos de cera pero es así - que me decepcionó por su tamaño (yo me lo esperaba más grande) y por la realidad de algunas de sus figuras (me lo esperaba más realista, en conjunto, aunque algunas figuras
están muy logradas...en fotos os dejo las mejores y lo que se suponía era Emma Watson- aunque, aún así,  fue una gran sorpresa encontrarla entre los actores de Hollywood sin la compañía de Daniel o Rupert - ).


La tarde la pasamos en el centro de Londres, recorriendo sus callejas, visitando el Hyde Park, para finalizar con una ruta andando Trafalgar Square - Waterloo, pasando por sitios emblemáticos como el London eye, el Westminster Bridge o el Big ben (todos ellos con un ¡adiós! de mi amiga en el cogote) y una cena en la casa de GH  agotando las sobras abundantes del fin de semana y con un sabor a despedida definitiva que culminó con la sucesión de abrazos, lágrimas y "nos vemos pronto" a los que, desgraciadamente ya estamos acostumbrados.

El fin del fin de semana avecinaba un lunes con sabor a miércoles debido a la inminente partida de la familia a Nueva York de vacaciones el jueves a primera hora, así como tres días - de 24/7 con Riley, el cual ya no tenía campamento - donde se producirían los últimos juegos, las últimas "bed times", "teas", "lunchs" etc., a lo cual no estaba preparado para vivir intensamente porque realmente aún me queda casi un mes y mi mente así lo procesa. Pero ,anyway/ de todas formas, intenté vivirlos lo más intensamente posible y con un "ya no queda nada" en mi mente para que los momentos más duros (resultado de pasar todo el día con Riley) se hiciesen más llevaderos.

Y ¡vaya que si se produjeron! los últimos juegos estuvieron enmarcados en la edad media y nos sumergimos, de nuevo, en el mundo de los caballeros...esta vez siendo protagonistas de una película dirigida rigurosamente por Riley...The four brothers/ "Los cuatro hermanos" era la primera, pero tendría una serie detrás de ,nada más y nada menos, que ¡12 películas! - y todas ellas con un subtítulo - rollo Harry Potter- que entre Theo y yo logramos que no adelantasen el final ya que la idea original de Riley era titularla "The four brothers and the death of the father" - que daban de sobra para rellenar ratos en los tres días que nos quedaban. así que...¡fenomenal!. No obstante jugar a eso todo el rato era aburrido por lo que alternamos con un poco de Harry Potter y un poco de dibujo.

Con todos esos proyectos a la mitad -por falta de tiempo- nos plantamos en el miércoles día de packing o de hacer maletas, en el que Riley no se despegaba de su libro de "Harry Potter y el caliz de fuego" para tratar de terminarlo antes de su TV time y poder ver la película. Con Riley pegado al libro, Imogen daba vueltas alrededor de la casa tratando de hacer lo más rápido las tareas pendientes, así como enviando tareas tanto a Theo como a mi para que con nuestra ayuda todo fluyera mejor. Todo parecía que no iba a llegar a tiempo, debido a la poca antelación para preparar todo así como la carga de trabajo que Imogen aún tenía a un día de irse, pero cuando ví las cuatro maletas en la puerta de la casa el jueves a las 7.30 de la mañana, me percaté (aún más) de que no hay plan que a Imogen se le resista. Y así, con uno no, sino ¡dos abrazos! de Imogen y varios...Thanks for keep the house!/ ¡Gracias por quedarte con la casa!, dí el último adiós antes del mío definitivo.

Y...¿ahora, qué? os preguntareis...pues por delante me quedan dos semanas de reinado de Flora y mío de la casa en las que recibiremos visitas...¡sí! visitas de mis padres y tíos de España que, seguro, provocarán una "vuelta a la tortilla" muy curiosa y digna de vivir. Para, después, "desembarcar" en el último día de mi estancia y mis "últimos legítimos últimos".

viernes, 28 de julio de 2017

Que quede entre aupairs...De despedidas y cómo tomárselas

Y, de repente...todo aquello que era extraño para ti, a lo que tanto te costó acostumbrarte y que tanto comparabas con lo que tenías antes - en tu casa - eso que muchas veces "maldecías" una y otra vez (a veces, simplemente por el hecho de estar lejos de lo que tu querías), eso a lo que creías que nunca cogerías cariño resulta que ahora es totalmente normal para ti, ya forma parte de tu "cotidianidad" e, incluso, le tienes un cariño especial que siempre quedará contigo. Pero el tiempo se agota y, en menos de que se dice "au pair" , estarás regresando a lo que ya denominas como "tu vida anterior"...si, llegó el momento de la despedida.

Como decía en una entrada anterior..."todo llega y todo pasa" y es que, el au pair - al menos de que decida que su futuro está en el país de acogida porque encuentra una posibilidad profesional allí- está destinado a tener que despedirse de todos sus "host"- family, house,child, mum, dad... (e incluso) country - por que, como la palabra indica, no han sido más (y menos) que eso..."de acogida".

Una "crónica de una muerte anunciada" (la de la despedida), que recreas un millón de veces en tu cabeza durante tu estancia y es un momento deseado en muchas ocasiones - sobretodo al inicio y en los momentos más duros- durante la misma.Un momento que imaginas con alegría y regocijo por volver a tu añorado país...a tu casa. Sin embargo a menudo que vas avanzando en la experiencia (y esta está siendo positiva) la cosa cambia ya que, como he indicado al principio, aquello que antes percibías como ajeno y "extraño" ahora es para ti algo normal y por lo tanto pasa a ser parte de tu vida, pero no sólo la gente, los edificios, la comida,...si no también las formas de ser, los sentimientos que has vivido a lo largo de tu estancia - la ausencia de seres queridos, la nostalgia, los recuerdos-, etc., también en tu mente algo ha cambiado y ya "te has acostumbrado" a ello.

Por lo tanto, la despedida pasa de ser algo alegre a suponer una explosión de sentimientos por doquier...la alegría de volver a ver a los tuyos, de estar en tu casa, etc. se sigue manteniendo pero entre las "rendijas" de la misma va asomando pena y tristeza por abandonar lo que ha supuesto tu casa, tu familia, tu ciudad, tu vecino y , en definitiva, tu vida...durante los últimos meses. Tanto es así que llegas a pensar en tu vida en tu país como algo "anterior" algo a lo que ves de lejos y con cierto aire "extraño"...algo a lo que te vas a tener que "re-adaptar" de nuevo a tu vuelta.

Y una de las peores cosas de "las despedidas del au pair" son su -muy probable- carácter definitivo, ya que es muy posible que no vuelvas a ver a esas personas, andar por esas calles o hacer esos planes, lo que añade un punto de "tremendismo" a la despedida.

Sin hablar del adiós a las relaciones de amistad que se tejen en la experiencia, esas que desde sus inicios - compartiendo penas de hostfamilies - son intensas y se viven como tal por ser , en algunas ocasiones, lo más parecido a "casa" que encuentras en , lo que pretende ser, tu nuevo hogar. En el momento de la despedida de las mismas se produce ese "agolpamiento" de recuerdos en la mente de momentos intensos vividos con esa persona y se entona un ¡adiós!...ese adiós que está lleno de incertidumbre -por la posibilidad de no volverse a encontrar- y que dice mucho más que un "adiós", un "gracias" -por el apoyo y la desconexión a lo largo de este tiempo - un "hasta siempre" -por lo que he comentado antes de la posibilidad de no volverles a ver- y un "nunca te olvidaré"  que ,aunque suene muy "peliculero" es muy verdad, ya que unida a esta experiencia van momentos y esos momentos han estado compartidos -muy seguramente- por esas personas que decidieron en un momento determinado formar parte de tu experiencia y acompañarte en este camino que no es fácil en determinados tramos.

Por ello el adiós a las amistades se hace uno de los más duros tratando de organizar el mejor plan para la despedida (que al final queda en hacer lo de siempre -que es lo que realmente necesita la gente que dice adiós-) y atrasando el momento del "adiós" lo máximo posible hasta los últimos segundos previos a la partida.

Pero, como todo, hay que tomárselo con calma y disfrutándolo...sí, incluso esos momentos de despedida -que irremediablemente tienen que llegar- hay que vivirlos a tope, saber distanciarte un poco de la realidad y ponerles perspectiva, aquí os dejo algunos consejitos (si eres llor@n quizá te venga bien surtirte de pañuelos primero y si no pasa de esto último y vete a los consejos directamente) para llevar estos momentos lo mejor posible:

  • ¡Piensa que volverás!, obviamente tu experiencia au pair probablemente acabe, pero piensa que siempre podrás volver y lo mejor es que lo harás de una forma más relajada - o no- en calidad de turista y por un viaje de placer.
  • ¡Disfruta el momento!, como he dicho antes a pesar de que es un momento "agrio" debes disfrutarlo y tratar de vivirlo al máximo ya que esos momentos -al igual que todos los buenos- tampoco vuelven.
  • ¡Trata de poner perspectiva!, es decir...¡no seas un dramas!, es muy probable que no vuelvas a estar donde estás ni con la gente que estás...pero ¡nada es imposible!. Sufre...pero no demasiado, casi todo en esta vida es temporal y -por desgracia en estas ocasiones- el adiós también es un elemento presente en nuestro día a día.
  • ¡Piensa en lo que viene!, siempre hay nuevos objetivos, nuevas metas, nuevos horizontes que perseguir (más o menos motivantes, eso sí...), así que focalízate en ellos y verás como llevas mejor las despedidas . Hay una frase que ilustra este consejo muy bien...¡lo mejor es lo que viene!.

viernes, 21 de julio de 2017

Lo que podría ser y no es -Parte 2-

Sigo conociendo nuevos lugares por lo que sigo encontrándome con esos mensajes que podrían decir algo pero realmente no lo dicen (debido al juego entre idiomas, en este caso inglés-español), así que aquí os dejo - de nuevo - algunas de las "perlitas" que se pasaron por la cabeza durante cosas tan cotidianas como ir andando por la calle, estar sentado en el césped, abrir la nevera o entrar a un garaje....¡disfrutadlas tanto como yo al encontrármelas!.

1. 
Curiosa manera de indicar en una ciudad donde está ...¿un parque?¿una discoteca?¿un parque de atracciones?

2
Church Meado(w)
(No debe oler muy bien esa iglesia, no...)

 3.
Macho(ne) Cars: válidos -únicamente- para británicos muy muy machos

 4. 
¡Todo empieza con un buen perol! 
(No sabía que los ingleses tuviesen esas costumbres tan del sur de España)

5.
"Tráfico divertido"
(¡Qué buena idea!...¿Amenizarán las largas esperas dentro del coche de alguna manera?)

6. 
¡Encontré la Formación Profesional Básica! 
(Pero sigo sin encontrar la puerta de clase...)

7.
..Vagina: educación sexual en las calles británicas


8.
Esta casa ; o sabe muy bien o está llena de bichos que escupen por la boca...¡quién sabe!

9. 
¡No sabía que en los garajes británicos habilitasen habitaciones especiales para jugar a la Play! 
(Alguno no saldría de los garajes)

10.
Más de "educación sexual británica en lugares inesperados"...esta vez en la cocina.

11.
S´akurao...pero ¿quién? y ¿de qué estaba malo/a?
(Qué manía inglesa de no informar de todo, macho..)

12.
Seguro que la niña del exorcista fue poseída en una casa de esta inmobiliaria

 13.
¡Se acabó la diversión! 
(Ahora viene la parte de la acera aburrida)

 14.
"Dale...dale don dale, pa´ que se muevan las Yale´"
(Siempre entro en casa con mucho ritmo latino)