jueves, 27 de octubre de 2016

¡Sólo en casa!


Y llegó es esperadísimo...HALF TERM!...Que ¿qué es? os preguntareis, pues ni más ni menos que unas mini-vacaciones escolares en la mitad del TERM (periodo escolar equivalente al trimestre en Inglaterra) en el que los niños disfrutan de unos días sin colegio para volver después con las pilas cargadas para el final de trimestre, "term" o como queráis llamarlo - la verdad, es una idea que me encanta y cada vez entiendo más porque tienen tan pocas vacaciones en verano, ya se las reparten durante todo el año...reflexionando sobre esto pensé en la viabilidad de aplicarlo en España y su horrible consecuencia de estar dando clase en ¡JULIO! mmmm, no...vamos a quedarnos como estamos xD-.

Lo dicho, llegó el Half-term y con ello unos días intensos de estar con Riley 20 to 7, aprovechando para jugar, cosa que no puede hacer a diario -lo del juego va mejor pero aún estoy cogiendo el truco a algunos de sus juegos "inamovibles"-, dibujar - cosa que le encanta y yo estoy redescubriendome en ese sentido - y hacer algún que otro deber del colegio que le habían mandado para las mini-vacaciones, como una pirámide egipcia (en la foto) que nos quedó la mar de resuelta, la verdad - nos llevó todo el día, eso sí-... "It´s your work with him, because you are a very good artist", decía la madre basándose en unos dibujos para Halloween que Riley y yo habíamos hecho días antes... "You have to finish it today because in the half term you won´t have time to do it" le decía la madre a Riley.

Estos días de vacaciones para Riley suelen ser , como ya he dicho, bastante intensos pues aún no sé muy bien en qué momentos del día tengo que trabajar y en cuales no por lo que me limito a entretenerle todo el día...pero con suerte estos días acabaron pronto pues el miércoles pasado toda la familia (Imogen, Adrian, Riley y Theo) ponían rumbo a Egipto, donde pasarían 10 días, hasta prácticamente agotar los días del Half term

Tras una mañana también intensa de terminar las maletas, darme las instrucciones (¡como no!) necesarias para esos días (que si compra, que si "dry cleaner", que si limpia las ventanas, que si saca a Flora, dale de comer etc...- la madre decoraba la lista de tareas con un "Well, you are not going to get bored...") y un poco de trabajo para dejar todo "atado"-como a ellos les gusta-, sobre las 15:45 cogían un taxi en la puerta de casa que les llevaría al aeropuerto y daba comienzo MI reinado, NUESTRO reinado de la casa... el de Flora y mío.

Reinado, cuyas principales leyes y reglas pueden ser resumidas en una...
 "Hacer aquello que normalmente no podemos"


Madrugar menos...ir a alguna clase por la tarde del gimnasio (yoga, indoor ciclying...)...organizar.
alguna cena y comida - en una de ellas, preparé Shepherd´s pie y fue un éxito, a decir verdad- con amigos de aquí...darme un baño relajante después del gimnasio...tomar café después de comer en el jardín...disfrutar del hilo musical-es una de las cosas que más me gusta de la casa-en todo su esplendor (con alguna coreografía incluida xD)...visita arriesgada a la peluquería - de la que salí queriéndome morir (debería haberle hecho una foto al tupé que me peinó) pero a la que luego agradecí cuando llegué a casa y me peiné a mi manera- en fin, disfrutar y amenizar un poco mi estancia y soledad en la casa, que en ocasiones se hace bastante grande, en especial por las noches en las que la casa parece un escenario sacado de un thriller moderno de terror.









Como me siento inspirado y tengo tiempo, voy a hacer algo diferente os voy a relatar dos situaciones que he vivido en la casa-mezcladas con un poco de fantasía- en mi estancia sólo en forma de mini-relatos que podría ser sacado de una novela de los estilos que vosotros elijáis.

UN LUGAR ENTRE DOS MUNDOS



Llevaba más de un mes, casi dos, en aquel nuevo destino al que había llegado con las mayores de las ilusiones y quería buscar su lugar en aquel sitio extraño para él y ,de repente,...lo encontró. 
Ocurrió una soleada tarde de otoño, tarde que se le antojó familiar, aunque no sabía muy bien porqué - podría ser su clima relajado, su sombra proyectada en el suelo...-pero lo cierto es que se sentía de nuevo en su lugar, en el sitio en el que debía estar...
Cogió una taza de café le puso esa leche cotidiana para él, café y azúcar, lo acompañó con un bollo típico de esa tierra con mantequilla y azúcar y dos galletas. Se dirigió a su habitación para tomárselo pero entonces algo lo detuvo en seco...miró a través del amplio ventanal la estampa que le rodeaba...un jardín verde con una mesa de madera antigua y dos sillas de metal oxidado, entonces eligió que ese era su destino esa tarde...ese era el destino al que tanto había querido llegar.
Pasó el alfeizar del ventanal y sintió como el aire fresco ,pero al mismo tiempo cálido, de la tarde acariciaba su cara y le invitaba a quedarse unos minutos, unas horas...se sentó en una de las sillas y comenzó a degustar lo que, para él en ese momento, era el mayor de los manjares...café,bollo,galletas y...calma, la cual no estaba acostumbrado a degustar en su frenesí cotidiano.
Entonces comprendió lo que significaba aquel lugar...no pertenecía a su casa, pero ni siquiera era parte del nuevo destino, era algo más, era un lugar intermedio, un lugar en su cabeza, un lugar donde estaba cómodo y relajado...un lugar que le permitía evadirse como en pocos lugares le ocurría. 
Desde entonces cada tarde pasa el alfeizar de esa ventana como si de un portal a un lugar entre dos mundos se tratase, buscando lo que siempre ha estado ahí pero nunca había sabido admirar.


LA VISITA

Era de noche, una noche oscura como tantas otras había vivido en aquella casa que en ocasiones se me antojaba grande, quizá demasiado para estar una sola persona con la única compañía de  un perro.
La casa estaba rodeada por una granja por su parte izquierda y por dos pequeñas casas y campo por la parte central y derecha...en definitiva, estaba lo suficientemente solo como para avisar a tiempo a alguien si pasaba algo, aunque afortunadamente estaba Catherine, una vecina anciana, inquietante, pero muy agradable que vivía próxima a la casa. Esa típica persona de la que te gustaría recibir una visita, pero no esa noche...


Eran las 22:30 y ya había cenado aunque estaba nervioso, no sabía muy bien porqué...ya había pasado más noches en esa casa y habían ido bien, de echo, mejor de lo que esperaba debido a lo fácilmente asustable que soy.

Intentaba no pensar mucho en la soledad que me rodeaba , aunque a veces era realmente difícil cuando los ventanales oscuros reflejaban sombras para mí desconocidas o los múltiples rincones de la casa desprendían haces de luz bastante misteriosos. Decidí, después de ver dos capítulos de Breaking Bad, irme a dormir y dejar de pensar en aquello que me estaba produciendo nervios, así que, como cada noche, revisé que las puertas que podían ser asaltadas - fundamentalmente tres, la que da al jardín por el "utility room", la puerta principal y la que da a la calle por la cocina- estuvieran cerradas, y todo en orden ya podría irme tranquilo a descansar.
Me metí en la cama y me relajé, no me costó mucho pues empecé a pensar en mi familia, lo que estarían haciendo, lo que haría cuando les viese, en mis amigos - es un mantra cuando estoy nervioso- y cerré los ojos.
De repente, en mitad de la noche, oí como la madera del suelo fuera de la habitación crujía - Bueno, será que se está dilatando - pensé, como lo hacía cada noche , pero el crujido no cesaba y parecía que se acercaba a mi habitación. Encendí la luz y miré el reloj...¿las 23:30? ¿sólo media hora? ¡me ha parecido una eternidad!...esos pensamientos me alejaron durante un segundo de lo que pasaba pero después me percaté que los crujidos seguían produciéndose...¿será un ladrón?¿será un animal?¿que me hará sea lo que sea?¿podré avisar a alguien para que me socorra?- todas esas ideas recorrían mi mente sumamene rápido- me asomé al ventanal de mi habitación y ví la luz de la casa de Catherine encendida - que raro, pensé...si aquí a las 21:00 están en la cama y más una anciana- ¿será ella?¿me habrá estado engañando todo este tiempo y quiere matarme? -¡para, me dije a mi mismo- y me decidí a asomarme a la puerta de mi habitación. 
Abrí la puerta despacio, como sin querer hacer ningún ruido y me asomé al oscuro pasillo enorme del que parecía provenían los crujidos intenté seguir el sonido que ahora parecía que residía en el baño.
Me acerqué a la puerta del baño y la abrí y de repente...


...me percaté que la ducha estaba goteando xD...¡Qué mala es la sugestión!

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