jueves, 25 de mayo de 2017

Eventos AU PAIRizados

Al igual que la leche, ese elemento que es cotidiano y denominador común en la mesa de desayuno de muchas familias y personas (muchas, no todas...en esta experiencia me he percatado de ello) "around de world", también los eventos -elemento, que por su propio significado, tiene una cierta importancia por su imprevisión o por su magnitud en la vida de una persona- que suelen hacernos salir de la cotidianidad, explorar "nuevos mundos" y, en definitiva, divertirnos...pueden ser AU PAIRizados...que ¿por qué?. Dada la naturaleza "externa a la casa" de los au pairs (recordemos que semanas atrás os lo contaba en la entrada "El ente)  el au pair - sí, hablando ya como si de una nueva especie de animal nos tratásemos- siente la necesidad de sacar planes de debajo de las piedras para pisar (lo menos posible) su "host-house" o "casa de acogida" durante su tiempo libre, así que...¡eso hacemos!, llenar nuestro calendario de eventos, materializados en viajes, fiestas, etc.
Los planes sobre esos eventos se piensan con semanas (¡e incluso meses!) de antelación porque toda escusa es buena para -dado , también, nuestra naturaleza trotamundos - conocer nuevos lugares o -como ya he indicado antes - pisar lo menos posible nuestro nuevo "hogar".

Pues bien...¡yo no iba a ser menos! y como miembro de esa especie "au pair" - y rodeado de unos cuantos más ejemplares - trato de rellenar cualquier hueco posible de mi tiempo libre en esta experiencia.

El primero de los últimos eventos organizados fue la visita a Wimbeldon, un barrio de Londres mundialmente conocido por su tradición "tenística" y por acoger uno de los torneos de tennis ,probablemente, más importante del mundo...y eso es todo lo que te ofrece el barrio, la verdad...quizá más llamados por el nombre que por otra cosa - bueno eso, y las recomendaciones de Imogen Oh! You´ll love it it is so nice! / ¡Oh! ¡Te va a encantar, es muy bonito! - , nos dirigimos allí una mañana de domingo con unas expectativas diferentes a lo que nos encontramos...un barrio inglés totalmente normal con un complejo de tenis para flipar...¡eso sí!. ¡Ah! y también hay un templo budista -alejado del centro, tienes que tener ganas de andar para llegar- muy apañado que es capaz de trasladarte por momentos al extremo oriente.
Con algo más de ganas de acción nos encontrábamos esa semana -eso y un folleto de descuento muy interesante que rezaba "100 bolas de regalo"- nos llevó a lanzarnos a la nueva aventura del Paintball -al menos para mí -, la verdad que cuando me lo plantearon ni siquiera pensé en lo capacitado o no que estaría para ello. sólo dije que sí y que fuese lo que tuviera que ser.

Esta nueva aventura nos hizo madrugar un domingo - no, eso tampoco lo hace un au pair por mucho que no estés del todo a gusto en tu casa - concretamente amanecimos a las 7 de la mañana (¡ya podía merecer la pena la nueva experiencia!) para darnos al encuentro una hora más tarde en la estación de tren que nos llevaría (en bus xD...hubo cancelación de trenes, los domingos y los transportes británicos no son amigos) a nuestra peor pesadilla. Las desdichas de la mañana no quedaron en trenes retrasados ya que tras haber postpuesto una hora el inicio del juego por imposibilidad de llegar antes debido a la cancelación de trenes, ¡nos perdimos!...y no una de esas pérdidas en las que te retrasas 5 minutillos y Google maps te resuelve la vida...¡no!...nos recorrimos todos los paintballs de la zona habidos y por haber hasta dar con -el último, por supuestro- el nuestro.

Una vez llegados -dos horas más tarde- las ganas de probar el juego pudieron con el cansancio acumulado de haber recorrido toda la zona y comenzamos a enfundarnos en los "monos de guerra" que el staff del recinto debió pensar que los queríamos para nuestros padres (¡que tamaño!...diré que eran oversize que parece que queda mejor...). Y es entonces -junto con el momento de explicarnos el funcionamiento de las pistolas y demás cuestiones de seguridad - cuando comencé a pensar donde estaría el límite entre el juego y la realidad (me empecé a cagar, para ser más claro...). Esto se confirmó cuando nos dirigieron (cual futuros fusilados al campo de
fusilamiento, cual jugadores a los juegos del hambre...¡como queráis!) a la zona del primer juego - las caras de miedo se podían ver entre los que no lo habíamos hecho nunca- y contaron hacia atrás para dar comienzo al juego.

Three...two...one...GO!...

Los balazos se repetían de aquí para allá...aquello debía ser lo más parecido a la guerra que había visto en mi vida...y en mi cabeza se repetía una y otra vez "Manolete, si no sabes torear pa´ que te metes" mientras intentaba salir de una vez de alguna trinchera y disparar una mísera bala. 
No obstante, quise hacer - o intentar hacer - lo que había ido a hacer allí y me atreví hasta en varias ocasiones a adelantarme en el terreno de juego y disparar (y recibir, con un sutil ¡Uy, que me han dado!) alguna que otra bala.

Al pitido del final del primer juego nos dirigimos a la zona de descanso -había 20 minutos entre juego y juego para tomar un refresco, ir al baño...- y nos percatamos del primer incidente de la tarde...que consistió en que una de nosotros había recibido un balazo en plena mano, un balazo que empezó a ponerse morado, rojo y a hincharse, hecho que le llevó a tomar la decisión de no seguir con el juego y a nosotros a cagarnos un poquito más...¿quien sería el siguiente?. 



Afortunadamente, no hubo más pérdidas en la tarde y trascurrió con normalidad - con bolazos, eso sí, pero con normalidad - los juegos iban cambiando en escenario y en misión - que si hay que recuperar la cabeza de zombie y llevarla al otro equipo, que si hay que llevar la bandera al otro campo, que si hay que proteger al "presidente"...- misiones que hacían que los más experimentados (tanto en saber como en edad) del grupo se metieran en las carnes de auténticos guerrilleros y dirigiesen a los demás como tal...You go that way i will cover you by this side! / ¡Ve por ese lado, yo te cubro en este! - a lo que yo asentía con un "Vas listo conmigo, guapo..." en mi cabeza-.

Al finalizar la tarde se produjo el segundo de los incidentes de la tarde protagonizado por dos amigas nuestras, en el que una olvidó echar el seguro a la pistola y disparó sin querer a la otra...por fortuna era el final del juego y no hubo consecuencias más allá de varios moratones y unas lagrimillas que se escaparon por el dolor.

Sin embargo no todo iba a ser adrenalina y moratones y decidimos tomarnos un fin de semana algo  más tranquilito y de desconexión y que otra manera de hacerlo que en la costa. Personalmente el mar es algo que me renueva -ya os lo conté en mi anterior visita a la costa británica en Enero - y normalmente solo puedo verlo un par de veces al año, pero con una nueva incursión a la costa británica de Brighton era la tercera vez este año que podía "renovarme" en ese sentido. 

Así que allí fuimos una mañana -también de domingo - la mar de soleada (y menos mal...ya que parece que si no vas a Brighton con sol estás cometiendo un pecado...). Al bajar del tren de un recorrido de dos horas aproximadamente ya podíamos notar la humedad y el ambiente de playa, junto con un Good vibe / Buen rollo, que hacía que se necesitase poco más para que ese lugar fuese especial. Pero no contento con eso Brighton nos regaló una tarde espléndida a las orillas de la playa, tomando el sol y simplemente chilling -como dicen aquí- o bagueando/relajándonos -como decimos por allí-. Para no sentirnos excesivamente mal, también hicimos un poco de "turisteo" por el pueblo contemplando el maravilloso Royal Pavillion o perdiéndonos por las calles.


Esta lista de eventos AU PAIRizados no podía terminar sin una fiesta, esa que, como Au pair y algunos españoles- esto último quizá afecte más- que somos, nos gusta y disfrutamos tanto. Londres a este respecto tiene infinidad de ofertas para la noche del sábado o domingo. Sin embargo si eres español y echas de menos un poco de música españolabarraperreobarraclasicazos, así como que la fiesta se alargue más allá de las 3 de la mañana tu destino es la mensual Spanish party de la londinense sala Scala. Un evento que, para que engañarnos, no me motivaba excesivamente, ya que ¡Para eso me voy a España! -pensaba- pero que (como fiestero que soy) terminó en una noche de darlo todo a ritmo de reaggeton pero también por rumbas de Estopa o Rosario Flores, entre otros...

Como buena fiesta española tuvimos nuestro botellón previo con momentos subrealistas y, of course, vimos el amanecer londinense a las 6 de la mañana -que, bueno, tampoco cuesta mucho en Reino Unido, contando con que amanece últimamente a eso de las 4 y media de la madrugada - y viví la primera llegada a la mansión Osborne en "hora indecentes" (9 de la mañana ¡y sin acostarme!, algo imposible para ellos)...suerte que después de mi sigilosidad mañanera (cual oso que se aproxima a la madriguera para hibernar) sólo estaba Riley desayunando y entoné un Good morning, see you tomorrow!, lamentándome por pronunciar estas dos últimas equivocas palabras (¿mañana?¿qué mañana Daniel?¡ya es hoy!, pensé tras el momento).

Aún quedan unos meses de aventura y , por lo tanto, esta lista engordará...algunos destinos ya están fijados - Edimburgo, Bath, etc. - y otros se fijarán proximamente, lo importante es seguir acumulando experiencias y ,como siempre, no pasar mucho por casa...después de todo esto creo que queda más que justificado entonar un To be continued... / Continuará...

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