domingo, 19 de febrero de 2017

Una serie de catastróficas (des)dichas

Dicen que después de la tormenta -materializada en mi semana de visita de "Don bajón" - llega la calma. Eso dicen...porque en este caso la calma se quedó en "calma psicológica" - el bajón iba desapareciendo lentamente - más que en otra cosa...¿Qué porqué digo esto?, razones no me faltan...

Si contamos con que el viernes a pocas horas de la visita de dos de mis amigas a Londres empezó a nevar, el miedo por el qué pasará con el avión se iba incrementando y como resultado tuvieron un retraso del vuelo de más de dos horas (el vuelo salía a las 8 de la tarde y salieron finalmente a las 11 de la noche), además del pequeño contratiempo que tuvieron en el ,ya bautizado, "avión antireencuentros" porque la puerta decidió no realizar su función ese día, con la consiguiente suma al retraso ya ocasionado (a las 4 de la mañana nos íbamos a la cama, sólo os digo eso...)

Si tenemos en cuenta el pequeño detalle de que nuestra habitación tenía una colocación privilegiada (si formabas parte del staff del hostal), ya que estaba LITERALMENTE dentro de la recepción, tanto que parecía la puerta donde se guardan los utensilios de limpiar que utiliza el conserje para darle una "pasadita" al rellano. Hecho que provocó que por la noche no fuésemos tres personas las únicas que contribuíamos al "sonido de la noche" (ronquido en castellano), si no que se nos unió el recepcionista que claro...¡tenía que descansar!.

Si nos paramos en el hecho de que teníamos un "baño para superhombres", con un escalón que invitaba a hacerse un máster en escalada todas las mañanas, una ducha que había que descifrar su funcionamiento (lo que nos llevó a "Excuse me, how does the bath work?"/Perdone, ¿cómo funciona el baño?...y la consiguiente aparición del recepcionista compañero de habitación - no se porqué no se adelantaba a todos nuestros problemas si nos debía estar oyendo- y su "toque maestro" por el cual hizo el agua caer), y ,cuando conseguimos que funcionase, un suelo en el que se creó un lago (...que ni el Ness) en mitad del baño.

Si nos quedamos con que en la segunda noche de repente una puerta se abre en el techo con el
consiguiente susto de muerte (podría ser el escenario de cualquier peli de terror...de la que salga un asesino, una niña muerta o algo así) y el "sonido a cascada" que emitía (resultado, seguramente, de la presencia de una bajada de agua) y su apertura constante - por menos de un soplido, lo que hizo que en mitad de la noche me despertara pensando que alguna de mis amigas "les había dado por ducharse"-

Si ponemos el foco en un pequeño cable rebelde que quiso entrar la primera noche en mi cabezal para ser enchufado pero no salir al día siguiente de ninguna de las maneras lo que le convirtió en inservible para mí - era un cable de Iphone - y para mi amiga - el cabezal era compatible con un enchufe de Reino Unido-.

...tras todo esto, sí quizá la famosa frase no es aplicable al pasado fin de semana...pero, afortunadamente, ninguno de los tres nos quedamos con estos momentos como algo desastroso sino que convertimos las desdichas en dichas y todos y cada uno de los momentos fueron convertidos en carcajadas, un "reírse por no llorar" y unos comentarios para el recuerdo, porque lo que importaba era estar juntos...daba igual el cómo, el porqué y el donde (de aquí a la muerte, desde luego xD)....¡Aiiii qué haría yo sin mis islas de la felicidad!.

Por todo lo demás (que no es poco) el fin de semana fue a pedir de boca, la verdad...ya sabéis, que a mi siempre Londres me enamora y ,con una compañía de lujo como la que tenía, todo se veía incluso más increíble de lo que lo veo normalmente. Recorrimos las calles londinenses - con nieve, eso sí y frío del copón - paramos en algún pub británico -en el que descubrimos el ambiente del rugby en primera persona-, visitamos Candem - always lovelovelove- el British musem, una exposición dedicada a Harry Potter en Leicester square -que como fan que soy me dejó con la miel en los labios para visitar los estudios de Leavesden- y varios míticos sitio más de la ciudad...una visita que me hizo también "ubicar la ciudad en un mapa" y localizarme en cada punto en el que estábamos - cosas que me llevo para próximas visitas -

En fin, de nuevo, un muy oportuno "fin de semana de isla" que me hizo recargar fuerzas y me permitió separarme de Don Bajón unas horas e incluso días, sólo me queda dar las gracias a ese grupo "te como" -el sobrenombre que tenemos el grupo de tres desde la carrera, no preguntéis el porque xD- que hizo un esfuerzo por venir a verme y regalarme uno de los mejores fines de semana aquí...¡hasta la próxima, amigas!.

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