viernes, 23 de junio de 2017

El último retorno

Mis debates internos tuve a la hora de decidir cuando sería mi próximo - y último -  regreso a casa (desde aquel lejano fin de semana en Marzo) debido ,fundamentalmente, a la acumulación de eventos en el mes de Junio (el cual sin ninguna duda fue el elegido para la vuelta) tales como: mi cumpleaños (13 de Junio) -evento marcado en el calendario en el que me gusta rodearme de los míos-, las fiestas populares de Torrejón - tradicional cita torrejonera anual (del 16 al 20 de Junio) a la que acudo, al menos una noche, para celebrar mi cumple por todo lo alto - y el orgullo LGTBI de Madrid (del 23 de Junio al 2 de Julio) que este año se avecinaba único por su carácter mundial.

Lo lógico para deshacer el entuerto de fechas mezcladas, hubiese sido apostar por disfrutar de un evento único como iba a ser el orgullo mundial en Madrid y decantarme por fechar la visita alrededor del 20 de Junio, pero, seguramente, mis ganas de familia y estar con los míos así como el rechazo a la idea de pasar mi cumple y los días posteriores en Reino Unido me llevaron a no atrasar mi vuelta más y elegir la semana de mi cumple como la idónea para regresar por última vez (antes de la vuelta definitiva en Agosto) a mi hogar. Tras consultar con Imogen las posibilidades (siempre hay que hacerlo, su agenda es la que manda)  no hubo mucho problema en las fechas pero sí en el número de días ya que se redujeron de 7 a 5 por su carga de trabajo - Oh! Could you reduce it from 7 to 5 days? I have a lot of work those days.../¡Oh! ¿Podrías reducirlo de 7 a 5 días? Tengo mucho trabajo esos días... - finalmente, feché el regreso del 15 al 20 de Junio (que no me permitiría pasar mi cumple en España pero, eso sí, la celebración por todo lo alto en las fiestas de Torrejón, estaría).


Y, sin quererlo ni beberlo, nos plantamos en la semana del 12 de Junio con un calor que empezaba a ser considerable, lo que da lugar a eventos insólitos  -que no imaginé en Reino Unido...ya sabéis el mito de frío polar y lluvia everyday- como abrir las ventanas "para que entre el fresco" (cosa indispensable en mi habitación , que se sitúa en la tercera planta, si no quiero morir de deshidratación) o las "salidas mañaneras" de Imogen ,en descansos de su trabajo, a tomar el sol al jardín (que empiezan a dejar rojeces en sus mejillas y escote).

Entre todo eso se colaba mi cumple para el que Imogen ya me había adelantado meses antes que prepararía tarta, para el que tuvo que hacer grandes esfuerzos para acordarse - ya sabéis su ocupada vida- como escribirlo en rotulador fosforescente en su agenda - ¡Qué maja y qué importante me siento al aparecer en su agenda!, pensé al verlo - y del que bromeamos en alguna cena con el olvido y mi amenaza de olvidarme el suyo que sería 6 días después.

Y el día llegó y, para qué os voy a engañar, empezó no muy bien con la mente en  mi familia, amigos y toda mi gente que estaba en España que, a pesar de que los vería dos días después, viví con tristeza el no poder verles ese día que siempre había sido tan Happy Birthday!!! e Imogen hizo lo mismo un rato después al llegar de la piscina acompañado del interrogante de qué iba a querer para cenar por mi cumple...ya sabía que ese día podría ser especial...diferente, sí, pero también, especial.
especial para mí....¿lo sería este año?. Pude empezar a despejar este interrogante desde por la mañana, momento en el que Riley me recibió en su cama al despertarle con una sonrisa y un

Con esa mezcolanza de sentimientos me dispuse a salir de casa, en un día de sol radiante, para preparar el examen que una amiga tendría en unos días. Tremendo fue mi asombro al encontrarme con la primera sorpresa del día de mano de mi amiga junto a otra amiga, las cuales se presentaron en el lugar donde íbamos a preparar las clases con tarta, velas y al son de Happy Birthday to you...happy birthday dear Daaaaniel! que hizo girar a la mitad de la cafetería donde nos encontrábamos y, además, que esa mezcolanza de sentimientos que traía se quedase en una fulminación del bajoncillo y quedara sólo felicidad.

Digo la primera de las sorpresas porque tras volver a casa, comprobar que Imogen ya estaba inserta en la preparación del pastel de cumpleaños (el cual sufrió su ira contra el suelo al pegarse al fondo del molde) y tras recibir a un Riley que estaba cansado y se mostró algo más "irascible" de lo normal - a lo que Imogen replicaba It´s Daniel´s birthday please behave properly / Es el cumpleaños de Daniel, por favor compórtate bien - llegó el tradicional momento de soplar las velas ( y pedir mi segundo deseo del día), un "deleite para los oídos" (a manos de Riley con su tompreta y su Happy Birthday dedicado) así como el present time protagonizado por un regalo y dos tarjetas para ,seguidamente, degustar la cena que Imogen había preparado para mí acompañados por un invitado especial (amigo de la pareja) que se quedaría dos días en la casa, así como un vino del que sólo bastó una copa para que me subiese a la cabeza.

Pero no todo quedó ahí ya que mis amigos au pairs - que estaban en otra casa cenando - me insistieron en que al finalizar la cena ,que mi hostfamily me tenía preparada, me dirigiese a donde se encontraban - a 50 minutos desde mi casa-, lo cual estuve a "un pelo" de rechazar debido al cansancio del día, incentivado por el vino en mi cabeza, pero finalmente me lancé a la calle entre reclamos de mi familia española -que querían hablar conmigo-, mensajes de ruego por parte de mis amigos au pairs y mi subidón de vino (¡que no se nos olvide!). No obstante, todo ello mereció (y mucho) la pena ya que a la llegada me esperaba la tercera sorpresa, tarta y deseo del día...¡que más podía pedir!. El día, MÍ día el cual empezó "no muy allá" acabó por la puerta grande y totalmente feliz gracias a los de aquí - por el despliegue de sorpresas, tartas, velas, deseos y demás - y los de allí -por dedicarme un ratito de sus vidas a escribirme y contribuir a la "avalancha" de whatssapp (que si es tal estando en tu país, imaginaos estando fuera) -.

Una vez pasado el cumple más diferente y especial en - probablemente -  toda mi vida, la mirada estaba puesta en dos días más tarde donde se produciría el esperado viaje a Madrid (y última visita a casa antes del regreso definitivo) el cual se antojaba algo más relajado y sin tanta "saturación de planning" (por supuesto que hice uno) como en anteriores visitas, ya que la celebración de mi cumple me permitiría reunir a algunos amigos y no tener muchas quedadas repartidas en el tiempo.

Así que con esta idea en mente amanecí el 15 de Junio a las 7 de la mañana para despertar a Riley,que amaneció lento y provocó -aunque en pequeña medida- que se desatara la ira de Imogen y fuese al colegio más "de morros" de lo normal, por lo que mi despedida no fue muy efusiva, aunque si lo fue por parte de Imogen la cual me dedicó el tradicional abrazo y sus mejores deseos para el viaje y mi familia.

Y así, tras un viaje de dos horas al aeropuerto - sí, leéis bien por un error mío esta vez volaba desde Stansted y no desde Gatwick que es el más cercano a mi casa- y un vuelo perfecto de hora me planté en un Madrid en llamas (tranquilos no había un incendio...pero como si lo hubiera debido a la sensación de calor extremo que me impedía hasta respirar en un primer momento - eso sí como siempre con ese "olor a Madrid" que percibo y tan difícil es de describir- ).

Tras ello se produjo el, ya tradicional, "correquetepillaelgato" entre mi familia y yo en el aeropuerto (que si vete a la T2, que si estoy arriba, que si yo estoy abajo, que si venga que me derrito...) para aumentar mis ganas de verles, seguramente..,, así como un "baño de los míos" instantáneo que me hizo volver a casa a lo grande...juzgad por vosotros mismos: Primera parada ; visita a la peluquería con mi querida Pili, a la que acudió su hijo Mario (protagonista de la mayoría de nuestras historias "entre pelos" y alumno mío de clases particulares el año anterior) para saludarme, mientras tanto - y aprovechando que unos portales más allá de la peluquería se encontraba mi abuelo en una reunión de vecinos - mi padre me invitó (mientras Pili terminaba con la clienta anterior)a saludar a mis abuelos. Pelo cortado (y abuelos paternos y Mario saludados) nos dirigimos a casa de mis tíos donde se encontraba mi otra abuela con mis tíos, mis primas y la hija de una de ellas (que también pasaban esos días de visita por España) cenando. Por último, después de salir de allí ,nos dirigimos a mi casa para cenar con mis otros tíos (que se iban el sábado de vacaciones y habría pocas ocasiones de verlos de nuevo...probablemente al día siguiente en las fiestas de Torrejón pero ¿en qué estado?...¡no me podía arriesgar!.

Una vez vivido el "choque de casa" (nuevo concepto que me acabo de inventar para referirme a las horas frenéticas en las cuales revives todo de nuevo en muy poco tiempo), los días posteriores fueron más relajados. Como he dicho antes el viernes tocaba
celebración española por todo lo alto con mis amigos españoles aprovechando las fiestas populares de Torrejón -que empezaban ese día- y, después de quedar a tomar algo con dos amigos que no podrían venir a la cena y fiesta me dispuse a preparar el evento el cual empezó más tarde de lo previsto pero ¡lo bueno se hace esperar!. Soplé las velas de mi cuarta tarta del año, pedí el cuarto y último deseo (¡como se me cumplan todos seré afortunadísimo!)  y disfruté de una noche de fiesta donde siempre, con los de siempre y haciendo lo de siempre...que a veces es muy necesario.


Al día siguiente la celebración continuó pero cambiando el "objeto" de celebración...esta vez celebrábamos el cumpleaños de una prima mía -que había sido el mes anterior pero aprovechó para enseñarnos su nueva casa- ¡con primer chapuzón del verano incluido! y , posteriormente, nueva incursión en las fiestas "torrejoneras" esta vez con mis padres y otros tíos para rememorar tiempos pasados de la mano de "Los Chunguitos" y "Los Chichos" (y ¡olé!), grupos que marcaron una generación - allí fui testigo de ello viéndome rodeado de gente de 50 años que se sabía las canciones al pie de la letra, entre ellos mis padres y tíos-.

El domingo pasé la mañana con una amiga scout y, de paso, aproveché para pasear por Madrid, que seguía ardiendo, pero mereció la pena (el estar al borde de la deshidratación, me refiero...) al descubrir un Madrid "multicolor" preparado para la celebración del orgullo LGTBI mundial que tendría lugar la semana siguiente...carteles, banderas, semáforos...¡todo! era una escusa para revindicar la diversidad, el respeto y la inclusión del colectivo LGTBI en una fiesta madrileña con carácter mundial. Por la tarde quedé con el equipo de monitores de mi grupo scout y disfrutamos una caña juntos "revisándonos la vida" mutuamente.




El último día antes del regreso, el lunes, tocó (de nuevo) chute familiar en la piscina con la peque y más celebraciones del cumpleaños de mi otra prima, mi abuela y mío a la vez...¿y porqué no?, el caso es buscar escusas para hacer una reunión familiar (deberíamos empezar a no tener que buscarlas, sino quedar...y punto xD).

Después de llenar la maleta de buenos momentos vividos (esos que ayudan mucho en la estancia fuera de casa) cosas de verano y...¡playa! (ya os contaré más sobre ello) me dispuse ,el martes 20 de Junio - tras una quedada d
e última hora con amigas del máster y con un pequeño bajoncillo por dejar todo atrás, de nuevo- a despedirme de un caluroso Madrid y dar la bienvenida (otra vez y no tan ardiente) a mi Reino Unido de acogida. Por delante quedan dos meses...tan sólo DOS MESES que tienen un sabor a despedida de todo lo que, durante este año, ha supuesto mi vida. Sin embargo aún quedan cosas por vivir...así que fuera nostalgia (de momento) y agárrense porque...¡¡¡¡empezamos la cuenta atrás!!!!.

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